sábado, 12 de abril de 2025

DOMINGO DE RAMOS 2025. MI REFLEXIÓN. Juan Cejudo





Mañana comienza la Semana Santa. Es Domingo de Ramos. Son unos días especialmente importantes para los cristianos, porque conmemoramos y hacemos presente una vez más el sufrimiento, la muerte y también la Resurrección de Jesús.

Decía el año pasado en mi blog: 

"Se celebra este día la entrada de Jesús en Jerusalén. Una entrada que se nos ha enseñado que fue como una procesión, pero que teólogos experimentados opinan que fue una manifestación política del pueblo, que confiaba en Jesús como el líder que le traería la liberación de Roma y de los líderes religiosos que les oprimían.

A continuación de esta entrada sobre un pollino y no sobre lujosos corceles como hacían los poderosos, se narra la llegada de Jesús al Templo, donde vuelca las mesas de los cambistas, con el dinero, las palomas y demás...No dice Marcos que Jesús cogiera un látigo, pero sí que los expulsó diciendo que habían convertido la casa de su padre, que es casa de oración, en una cueva de bandidos.



Este gesto de enfrentarse Jesús al poder económico y religioso que significaba el Templo, fue decisivo para que el poder religioso y político decidiera matar a Jesús. Ya lo habían intentado desde que Jesús empezó a hacer los primeros signos de curación con los enfermos y tullidos."

Jesús en toda su vida había optado por los pobres, los enfermos, los marginados, había quebrantado leyes y tradiciones judías, había denunciado a escribas y fariseos hipócritas, enfrentándose a ellos llamándoles "sepulcros blanqueados", "raza de víboras" y otras lindezas....No se lo perdonaron. Las masas lo seguían porque aliviaba su dolor y sufrimiento y anunciaba un Reino de Dios donde todos son hermanos.

En el evangelio de este domingo de Ramos se lee íntegro todo el pasaje de la Pasión, según S. Lucas.

Un evangelio que es para recordar, pero sobre todo para  tenerlo y vivirlo de modo muy actualizado.

Hoy Jesús sigue sufriendo y muriendo porque en muchos sitios la gente, sobre todo la gente mas sencilla y pobre, sufre y muere.

Hay que mirar al sufriente pueblo de Gaza, donde miles y miles de inocentes han muerto y siguen muriendo, más de 15.000 de ellos son niños. El sufrimiento de la población gazaití es inmenso, incalculable...También en Ucrania. También en Sudán, en República del Congo, en Myanmar....Ahí y en tantos otros sitios Jesús sigue muriendo...



Sufre Jesús cuando tantos y tantas personas inocentes mueren de hambre en el Mundo.

Jesús hoy sufre en quienes  no tienen un techo donde dormir y sufren todo tipo de calamidades impropias de seres humanos...




Sufre Jesús hoy cuando tantas y tantas personas se ven   obligadas a dejar su vivienda porque este sistema económico las echa a la calle. Somos testigos de este dolor de muchas familias.

Sufre Jesús en ancianos que viven en soledad y  que no son atendidos como se merecen por unos servicios sociales desbordados...No hay plazas para ellos en los Centros de Mayores saturados....

Jesús dio su vida por defender a los más pobres..."Lo que hagáis a uno de éstos, a Mí me lo hacéis".



Pero Jesús triunfa sobre la muerte y su padre Dios lo resucita. Esa es también nuestra tarea: luchar, en la medida de nuestras posibilidades, por aliviar el sufrimiento de quienes peor lo pasan en la vida, denunciar las injusticias y, junto a otras muchas personas, trabajar por un Mundo mucho mas justo y humano. También por una Iglesia que sea más fiel al evangelio de Jesús.




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