El pasado 21 de Abril, asistí en la Asociación de la Prensa de Cádiz al acto en apoyo del juez Garzón que convocaron diversas entidades: los sindicatos UGT y CCOO, la Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía, Colectivos para la Recuperación de la Memoria Histórica, la Asociación de la Prensa con el apoyo de ATTAC y la Asociación Siglo XXI para la defensa de la Bahía de Cádiz. Era un acto público.
Aunque llegué 10 minutos antes de empezar el acto, cuando intenté entrar en el salón de actos, me fue completamente imposible. La sala estaba tan abarrotada de público, que no se podía ver nada de lo que había dentro del salón. Las fotos que a duras penas pude tomar son de baja calidad por las dificultades que estoy diciendo.
En el piso de arriba acondicionaron dos salitas más pequeñas con pantallas para poder seguir el acto. Estas dos salitas pronto se llenaron también de publico. El lleno fue impresionante.
Fueron hablando los distintos representantes de los colectivos que estaban en la mesa que eran los convocantes. Todos expresaban su indignación ante lo que estaba sucediendo en España: unos colectivos de ultraderecha, con apoyo de jueces ultraconservadores, habían sentado en el banquillo de los acusados al juez más emblemático de España y de mayor prestigio internacional.
Al juez que condenó a los dictadores argentinos y chilenos, al juez que luchó contra el narcotráfico y el Gal, al juez que luchó contra Eta, al juez que investigó la corrupción de los políticos del caso Gurtel, al juez que investigó los crímenes del franquismo.
Me llamó especialmente la atención la exposición del representante de los colectivos para la Recuperación de la Memoria histórica por su exposición tan clara y meridiana sobre los motivos que llevaron a Falange Española a acusar al juez Garzón.
Es incomprensible que esto esté sucediendo en España. A nivel Internacional, somos el hazmerreír del Mundo, que contempla perplejo lo que está sucediendo. Es igual que si los sucesores de Hitler o Mussolini hoy pretendieran sentar en el banquillo de los acusados a quienes destaparon los crímenes del nazismo.
También me impresionó el testimonio del hijo de la libertaria allí presente Juan Pérez Silva quien dijo que a él, desde el año 1.933 ( año de los sucesos de Casas Viejas) le faltan 26 miembros de su familia, entre ellos, su madre que ignora dónde está y a quien le gustaría poder enterrar antes de él morir para poder llevarle un ramo de flores a su tumba.
Un acto especialmente importante para la toma de conciencia de lo que está sucediendo en España: la presencia viva y activa de los elementos fascistas entre nosotros.
Cádiz 22 de Abril de 2010
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Fotos del acto: Juan Cejudo
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