Barbate es un municipio de la Comarca de la Janda en la provincia de Cádiz.
Son unos 23000 los habitantes que tiene y en gran parte dependen de la pesca. Unos 800 pescadores que viven de su actividad sobre todo en aguas marroquíes. Ya que, por la sobreexplotación de la pesca en el Golfo de Cádiz, no pueden hacerlo en sus aguas.
La eurocámara acaba de decidir la no renovación del contrato de pesca suscrito con Marruecos, por lo que los pescadores no podrán faenar ya en sus aguas. Esta medida afecta de lleno a los pescadores de Barbate a quienes deja, como ha dicho el vicepatrón de la cofradía de pecadores, "en vías de extinción".
Pero no sólo a ellos, sino a todo el pueblo que, en gran parte, vive de la pesca.
Los problemas sociales de Barbate no son nuevos. Los empleados muncipales llevan meses sin poder cobrar porque el ayuntamiento no tiene dinero para pagar las nóminas. Se han manifestado en numerosas ocasiones para pedir soluciones para su pueblo, donde el índice de paro es de los más altos de toda la provincia.
La decisión de la eurocámara deja por tanto a Barbate al borde de la desesperación, con la consecuencia previsible de movilizaciones y peligro de desórdenes públicos, que trae la desesperación de no tener con qué dar de comer a la familia.
Conozco bien el pueblo de Barbate porque durante muchos años, por motivos de trabajo, he ido con mucha frecuencia por allí. Me consta de la nobleza de sus gentes, su talante solidario, propio de la gente sencilla y trabajadora. Barbate es un pueblo precioso, rodeado de pinares y playas magníficas, quizá por explotar desde el punto de vista turístico.
Barbate no se merece este duro golpe.
Sería deseable que quienes puedan hacer algo lo hagan. Al menos, que no se deje desasistidas a todas estas familias, mientras no se les ofrezcan tabajos alternativos en otras actividades que puedan crearse en la zona.
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