Unas 800 personas nos hemos manifestado hoy, uniéndonos a las movilizaciones convocadas en toda Europa y en muchas ciudades de España, en apoyo a los derechos de los refugiados. En Cádiz convocaba la APDHA.
Salimos desde la Plaza de San Juan de Dios, subiendo la Cuesta de las Calesas hasta llegar a la subdelegación del Gobierno.
Cerca de 80 colectivos (algunos llegados de localidades de la provincia) firmamos nuestra adhesión al manifiesto y a la convocatoria, entre ellos, los dos en los que participo: Asamblea Popular Luís Pérez (San Mateo) del 15M y Grupo cristiano de Reflexión-acción.
Al llegar a la subdelegación han actuado varios cantautores: Sandra Reyes, Fernando Lobo y Natalia Robles.
El actor Alex O´Dpgherty ha sido quien ha dado lectura al COMUNICADO que os dejo aquí y que merece la pena leer.
Es absolutamente indignante lo que Europa está haciendo con los refugiados. España, que se comprometió a acoger a unos 13.500, sólo ha recibido a 18 después de varios meses.
Me da vergüenza sentirme europeo de esta Europa tan insolidaria, sólo preocupada de cerrar sus fronteras para que no "nos invadan".
Saludos: Juan
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La Unión Europea en Guerra contra Migrantes y Refugiados
Manifiesto Cádiz de convocatoria el 27 de febrero por los derechos de las personas refugiadas (ver abajo lista de organizaciones adheridas a la marcha).
Hace pocos días se cumplió el segundo
aniversario de la trágica muerte de 15 personas cuando intentaban entrar
en Ceuta a nado vadeando las alambradas de El Tarajal.
Una tragedia que
en gran medida fue provocada por los disparos de material
antidisturbios por parte de la Guardia Civil, pero siguen sin asumirse
responsabilidades judiciales ni políticas. Los que tuvieron una gran
responsabilidad en la muerte de aquellas personas siguen en sus cargos
impunemente. Es como si la tragedia del Tarajal en 2013 marcara un rumbo
a seguir por toda la Unión Europea.
En efecto, estamos viendo con horror el
trato que la Unión Europea está dando a las personas que intentan llegar
a suelo europeo.
Según la Organización Internacional de
las Migraciones (OIM), casi un millón de personas migrantes y refugiadas
entraron a Europa desde África y Oriente Medio a través de rutas
terrestres o marítimas en 2015.
De los 160.000 refugiados que Europa
acordó acoger en octubre, cuatro meses después sólo han conseguido
reubicar a 414, de ellos 18 en España: no es sólo una insensibilidad
monstruosa, es además la puesta en marcha de políticas inhumanas contra
las personas que huyen de la guerra o buscan vivir con dignidad. Hungría
eleva alambradas similares a las de Ceuta y Melilla y con las mismas
concertinas fabricadas en Málaga.
El Consejo de Ministros de la UE
contempla convertir en delito la ayuda a refugiados y migrantes que
intentan alcanzar las costas europeas, criminalizando la solidaridad.
El Gobierno de Austria repatriará a 50.000 solicitantes de asilo en tres
años. Dinamarca va a incautar los objetos de valor y el dinero de los
refugiados.
Según la OIM, en el año 2015 han muerto
más de 3.700 personas intentando llegar a Europa. La Agencia de la ONU
para los Refugiados (ACNUR) por su parte, ha informado de que en el mar
Egeo, sólo en este pasado enero, han muerto 309 personas, muchos de
ellos pequeños como Aylan.
Llenos de espanto leímos la noticia de
que Europol estimaba en 10.000 los menores refugiados que se habían
perdido en Europa. ¿Qué hubiera pasado si se hubieran perdido tan sólo
unos cientos de niños alemanes o españoles? ¿No hubiera sido
absolutamente insoportable?
Se trata de una vuelta de tuerca que
justamente muchos califican de “guerra contra inmigrantes y refugiados”.
Es decir, una persecución por todos los medios, sin respetar
procedimientos legales, con el único objetivo de detener una supuesta
“avalancha”. Por si alguna duda quedase de este carácter, la OTAN se
plantea involucrarse en el control de la inmigración en el mar Egeo. Se
trata así de un “Estado de excepción permanente” que socava los valores
democráticos y de derechos humanos sobre los que se quería construir
Europa.
La respuesta a la crisis de los
refugiados está tirando al mar lo que quedaba de proyecto europeo. Los
que ha naufragado son los derechos humanos, pero no sólo de los
refugiados, sino que está naufragando la Europa respetuosa y garante de
los derechos cívicos. Cada vez más, sólo va quedando una Europa enrocada
en sus miedos, una Europa de racismo, xenofobia y exclusión. Una Europa
al servicio de los negocios y los capitales, abjurando de sus
proclamados valores y avanzando tenazmente hacia el abismo al que se
aboca el proyecto de espacio de paz, justicia y libertad.
En un momento tan triste y tan grave
como el que estamos viviendo, asistiendo con vergüenza y horror al trato
dado a inmigrantes y refugiados por parte de la UE y del Gobierno de
España, junto a mucha gente en toda Europa, nos concentramos aquí, ante
un Gobierno que se niega a cumplir su obligación moral y legal de
proteger y acoger a migrantes y refugiados. Nos concentramos aquí para
solidarizarnos con las víctimas de la sinrazón europea, para denunciar
la impunidad, para denunciar una política de muerte y racismo, para
denunciar a una Europa fortaleza enrocada en el rechazo y la xenofobia.
Nos gustaría sentirnos orgullosos de
Europa. Pero esta Europa nos avergüenza. Queremos otra Europa. Una
Europa de brazos y puertas abiertas al servicio de las personas y de los
pueblos.
(Tomado de la página en facebook de la APDHA)
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Fotos: Juan Cejudo
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Fotos: Juan Cejudo
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