Estimados compañeros: Os dejo aquí el Comunicado del
GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN-ACCIÓN DE CÁDIZ
en solidaridad con los sacerdotes Rafael Vez y Antonio Casado.
Un cordial saludo: Juan
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El pasado día 23 de Junio el obispo de Cádiz y Ceuta publicó una amplia lista de nombramientos.
Entre ellos, destaca el cese del anterior ecónomo Sr. Diufaín, tan criticado por casi todos y su sustitución por la letrada Carmen Lobato a la que conocemos bien por su presencia en los juzgados donde acudieron muchos de los despedidos y afectados para defender sus derechos.
Pero nos llama también especialmente la atención que el párroco de Conil haya dejado de serlo y pase a ser nombrado administrador parroquial, a la espera del nuevo párroco. Ha sido el único al que no se le ha renovado en su cargo, porque a todos los demás compañeros suyos sí se les ha renovado.
¿Por qué a él no? Todos sabemos que Rafael ha sido muy crítico con determinadas decisiones del obispo que no ha considerado acordes con los criterios evangélicos: muchos despidos improcedentes en Cáritas, los cambios de titularidad de propiedades que fueron donadas a las parroquias de determinados pueblos, de patrimonios de fundaciones que han pasado a manos de otras, la opacidad de la información de las Fundaciones Diocesanas, la entrega de patrimonio monetario y de bienes inmuebles a la recién creada Fundación Educatio Servanda, de intereses mercantilistas que se están moviendo en torno a la Diócesis de Cádiz y Ceuta y la actitud nada cristiana ni evangélica con determinados sacerdotes como el P. Antonio Casado (recogido en la información del diario Público en Junio de 2019 y otras webs de información religiosa como 21RS, Religión Digital o Redes Cristianas).
Ya el obispo le entregó dos escritos el pasado 19 de septiembre. En uno de ellos le destituía como profesor en el Seminario de Cádiz (después de llevar más de 23 años) y en el otro le amenazaba con removerlo de sus oficios eclesiásticos si no hacía todo lo que le decía, de modo nada dialogante sino en plan impositivo. Hasta el punto que ha tenido Rafael que recurrir a un abogado y, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el obispo, acudir a las instancias de la Congregación del clero en Roma solicitando una resolución.
Ahora, el obispo continúa represaliando a este párroco crítico, degradándolo de párroco a administrador parroquial.
Esto ha provocado un enorme malestar en el pueblo de Conil, que conoce muy bien a su párroco y su trabajo, hasta el punto que el alcalde ha dirigido un Comunicado al Pueblo, lamentando esta decisión episcopal y solidarizándose con el párroco. También el Consejo local de cofradías ha comunicado su malestar con esta decisión y muestra su apoyo al párroco.
Creemos que esta forma de proceder no es propia de un obispo que hecho una opción pastoral por la Iglesia y ha de velar por sus diocesanos, presbíteros y seglares. Nunca ha habido este tipo de problemas con obispos anteriores como Añoveros, Dorado o Ceballos.
Además la forma de conocer la noticia el párroco, ha sido por sus compañeros. No ha habido comunicación del obispo, ni diálogo previo con él como hubiera sido lo lógico.
Creemos que el obispo debe reconsiderar esta polémica decisión, dialogar con Rafael sin autoritarismo y mantenerlo en su puesto como párroco si no hay motivos muy concretos para no hacerlo. Motivos que, en todo caso, se le deberían haber comunicado al afectado en diálogo con él.
También lamentamos que entre los muchos nombramientos, no haya habido ninguno para Antonio Casado, párroco de Vejer, suspenso cautelarmente de sus funciones, pendiente de sentencia del tribunal eclesiástico de Sevilla desde hace más de un año, y que continua inactivo, sin función alguna.
Desde aquí queremos expresar todo nuestro apoyo y solidaridad con estos dos magníficos sacerdotes que sufren una inhumana y anticristiana persecución por parte del obispo.
GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN-ACCIÓN DE CÁDIZ
Cádiz, 28 de Junio de 2020
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