sábado, 27 de junio de 2009

UNA FOTO, PARA MÍ, HISTÓRICA. Juan Cejudo





Quien está en medio, vestido de negro es mi tío, Rafael Caldelas López, hermano de mi madre. Tiene 94 años. Ha sido párroco de San Roque cerca de 50 años. Ahora ya está jubilado. La foto, la publico con su permiso.

Digo que es histórica por lo siguiente: unos días antes de esta foto (del 10-5-09), mi tío ingresó muy, muy grave, en el Hospital del Pto. De Sta. María. Él lleva varios años en la Residencia que las Hermanitas de los Pobres tiene en esa localidad para las personas de la Tercera Edad.

Gracias a Dios, pudo recuperarse de aquella muy grave crisis. A los dos o tres días de volver de nuevo a la Residencia, le preguntaron qué ilusión tenía él que no hubiera podido realizar nunca en su vida. Y él contesto: “Yo nunca me he subido a un coche de caballos y me gustaría hacerlo”. “Y también me gustaría tomar una copita de fino “Pavón”.
Hay que decir que mi tío no es para nada bebedor.


Dicho y hecho. Al día siguiente le tenían preparado un coche de caballos en la puerta y, como era la Feria del Puerto de Santa María, acompañado de otros dos residentes y una colaboradora, mi tío estuvo por lo menos una hora dando su paseo montado en el Coche de caballos más a gusto que un cochino en un charco.


Lo pararon en un kiosko y lo invitaron a una copita de fino “Pavón”. Incluso le regalaron medida botellita como recuerdo y unos vasitos de plástico ( él me regalo a mí uno que aún conservo). Así que su deseo quedó cumplido.

Desde aquí mi agradecimiento a quienes estuvieron tan atentos a que pudiera cumplir con su deseo, nunca anteriormente realizado.

Por detrás de la foto él ha escrito:

“El Padre Caldelas, en coche de caballos, paseando por la Feria de El Puerto (10-5-09) acompañado de los residentes de las Hermanitas de los Pobres Prudencio Molina Ruiz y Rafael del castillo Gómez y de la colaboradora Paloma García Alcaraz”

Hay que decir, que sigue ingresado en la Residencia y, pese a sus años, sigue con una relativa buena calidad de vida .

Le comenté si me autorizaba para publicarlo en Internet, porque me pareció una anécdota simpática y a él no le importó

Cádiz, 27 de Junio de 2.009

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