jueves, 19 de agosto de 2010

NO ERA CAÑIZARES, ERA EL PAPA. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

Ya me extrañaba que Cañizares se atreviera a proponer esos cambios en la normativa eclesial con la vuelta a los tiempos de Pío X ( hace 100 años), de modo que los niños y niñas puedan recibir la Primera Comunión incluso antes de los siete años, en vez de retrasarlo a la edad de 9-10 años como, con buen criterio, el Concilio Vaticano II había aconsejado, para que fueran más conscientes del significado del sacramento que reciben: sentido de la Eucaristía, pertenencia a la Comunidad Cristiana etc..

Y es que Cañizares estaba de acuerdo con el Papa en esos cambios. Lo tenían hablado entre ellos.


Por tanto, todo lo que decíamos en nuestro anterior artículo ( http://juancejudo.blogspot.com/2010/08/canizares-pretende-que-los-ninos.html), hay que aplicarselo ahora al Papa, además de a Cañizares.


Es el máximo responsable de la Iglesia quien, una vez más, vuelve a girar 100 años atrás. Como si no existiera el Concilio Vaticano II. Como si sólo hubiera que tener en cuenta el Concilio Lateranense IV y el de Trento. Como si el Papa Bueno, Juan XXIII no hubiera existido, sólo Pío X.


Está claro que el objetivo es aumentar las estadísticas de los que acceden a los sacramentos. Y ello hay que conseguirlo aunque sea con niños de 6 años.


Como la terrible falta de vocaciones, especialmente en Europa, hay que cubrirla aunque sea "importando" sacerdotes y religiosos africanos, asiáticos o tradicionalistas anglicanos...


Aquí lo que se trata es que los objetivos estadísticos se puedan cumplir y la gran máquina organizativa que es la Iglesia Catolica a nivel institucional pueda seguir funcionando.


No se cuestionan los métodos ni los procedimientos: si tienen o no sentido, si son pastoralmente positivos, si son válidos desde el punto de vista evangélico. Todo eso no cuenta. Números, sólo números...


Y nuestros obispos..todos calladitos y sumisos. Que nadie diga nada. Que nadie levante la voz no vaya a ser "llamado al orden" desde el Vaticano...


Pues pienso que obispos, sacerdotes y laicos tenemos nuestro papel en la Iglesia.

Y, les pese a quien les pese, debemos decir lo que creemos mejor para ella y criticar lo que consideremos criticable.


No es, como algunos piensan, que es que sólo queremos hablar negativamente de la Iglesia. No. Es que la Iglesia somos todos. No es propiedad ni del Papa, ni de Cañizares, ni de los obispos.


Ya decía Pablo VI que era muy importante la opinión pública de todos los cristianos sobre los asuntos de la Iglesia.


Algunos creen que la Iglesia es un batallón militar que a la orden de "¡firmes!", todos tenemos que obedecer y callar. Están muy equivocados.

La primera Comunión a los seis años me parece un verdadero disparate, o, como diría José Manuel Vidal, "un atentado pastoral".

Lo diga Cañizares o lo diga el Papa.

Cádiz, 19 de Agosto de 2010

1 comentario:

José Antonio Calvo dijo...

Navegando, acabo de llegar a su blog. Me llama la atención algunos de los argumentos de su exposición (los cuales, en su mayoría, no comparto por mostrase humanos, demasiado humanos). No obstante, creo que el verdadero problema al que la Iglesia debe enfrentarse en este campo es el del orden de los sacramentos de iniciación: que el bautismo es de niños parece claro; que la confirmación es previa a la eucaristía y que debe situarse en torno a la edad de discreción, también; que la eucaristía es el último de estos sacramentos, indiscutible. Por tanto, nos quedaría un proceso de iniciación cristiana comenzado en el bautismo, con un momento fuerte (confirmación) a los 7 años y otro a los 9 (eucaristía). Por supuesto, no estoy hablando de los conversos adultos. Un saludo cordial