Hace unos días Jesús Bastante nos lo recordaba muy atinadamente en Religión Digital. Benedicto XVI, entonces, Joseph Ratzinger, que era profesor de Teología, escribió un librito editado por "Sígueme": "Fe y futuro", donde decía cosas muy, muy interesantes. Mejor que comentarlo, dejar aquí lo que decía:
"También en esta ocasión, de la crisis de hoy surgirá mañana una Iglesia que habrá perdido mucho. Se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos muchos de sus privilegios en la sociedad"
"Ciertamente
conocerá también nuevas formas ministeriales y ordenará sacerdotes a
cristianos probados que sigan ejerciendo su profesión: en muchas
comunidades más pequeñas y en grupos sociales homogéneos la pastoral se
ejercerá normalmente de este modo"
"Junto
a estas formas seguirá siendo indispensable el sacerdote dedicado por
entero al ejercicio del ministerio como hasta ahora"
"Ciertamente
ya no será nunca más la fuerza dominante en la sociedad en la medida en
que lo era hasta hace poco tiempo. Pero florecerá de nuevo y se hará
visible a los seres humanos como la patria que les da vida y esperanza
más allá de la muerte".
(Joseph Ratzinger, profesor de teología. "Fe y futuro) 1970. Editorial Sígueme
Ahora, hace ya tiempo que dio un giro muy fuerte hacia posiciones más tradicionales y conservadoras, hasta llegar a alinearse últimamente con los cardenales más críticos con el Papa Francisco que tanto daño vienen haciéndole.
Ojalá siguiera manteniendo aquel sueño en una Iglesia menos poderosa, más reducida, desprendida de muchos de los edificios que hoy posee y sin tantos privilegios, con nuevas formas ministeriales, viviendo su fe en comunidades más pequeñas, donde cristianos probados (viri probati), casados, puedan presidir la eucaristía pudiendo seguir ejerciendo su profesión durante un tiempo determinado..
Esa Iglesia sería sin duda mucho más creíble, más cercana, especialmente si opta preferencialmente por los pobres y excluídos para liberarlos, participando con ellos de sus luchas por una mayor justicia social.
(Joseph Ratzinger, profesor de teología. "Fe y futuro) 1970. Editorial Sígueme
Ahora, hace ya tiempo que dio un giro muy fuerte hacia posiciones más tradicionales y conservadoras, hasta llegar a alinearse últimamente con los cardenales más críticos con el Papa Francisco que tanto daño vienen haciéndole.
Ojalá siguiera manteniendo aquel sueño en una Iglesia menos poderosa, más reducida, desprendida de muchos de los edificios que hoy posee y sin tantos privilegios, con nuevas formas ministeriales, viviendo su fe en comunidades más pequeñas, donde cristianos probados (viri probati), casados, puedan presidir la eucaristía pudiendo seguir ejerciendo su profesión durante un tiempo determinado..
Esa Iglesia sería sin duda mucho más creíble, más cercana, especialmente si opta preferencialmente por los pobres y excluídos para liberarlos, participando con ellos de sus luchas por una mayor justicia social.
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