miércoles, 19 de octubre de 2011

LOS SERVICIOS PÚBLICOS, EN PELIGRO DONDE GOBIERNA LA DERECHA. Juan Cejudo





















Ya lo estamos viendo en comunidades autónomas donde ellos gobiernan. Despidos en Castilla La Mancha: 4000 médicos, enfermeras y auxiliares, 4500 profesores y maestros y 3000 trabajadores sociales en centros de mayores y discapacitados. Potenciación de la sanidad y educación privada en detrimento de los públicos en Madrid y otros sitios donde ellos gobiernan.



Hoy, el País publica un informe donde Cataluña anuncia "trocear" la sanidad pública para dar paso al capital privado.



Estas agresiones a los servicios públicos (sanidad, educación, servicios sociales), es una manera de pretender desmontar los magníficos servicios públicos que hoy tenemos los ciudadanos y que tanto nos ha costado conseguir.





El pretexto es que el modelo está agotado, es inviable etc....



















































Como bien se expuso en la mesa redonda convocada recientemente por el 15M de la Plaza de S. Mateo, eso es una pura falacia y una burda mentira. También expresamos nuestro rechazo en las distintas manifestaciones convocadas por el Movimiento 15M y otras convocadas por las centrales sindicales.

































A la vista de la que se nos viene encima, deberíamos todos los ciudadanos estar muy atentos para defender estos servicios públicos con uñas y dientes y no dejar que lo tomen empresarios para hacer negocios con nosotros. Más tendremos que estar alerta después del 20N.



Ya sabemos que el que tiene un negocio lo que quiere es ganar dinero. Y cuanto más pueda, mejor. Ellos seleccionarían aquellos servicios que le son más rentables y los que son menos los derivarían al sector público para que sean deficitarios económicamente y después decir que hay que cambiar el modelo y privatizarlo todo. Ya están hablando también de copago. Es decir "repago", ya que lo estamos pagando.



También pretenden la privatización con los planes de pensiones y con todo.



Pero estos servicios públicos, magníficos que tenemos y que financiamos con nuestros impuestos y con el pago, en parte, de las facturas de medicamentos (excepto los pensionistas) no podemos permitir que desaparezcan y nos los quiten.



Debemos, pues, estar alerta.

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