martes, 28 de mayo de 2019

EL PRÓXIMO DÍA 3 DE JUNIO, JUICIO POR EL DESPIDO DE UNA TRABAJADORA POR PARTE DEL OBISPADO DE CÁDIZ . Juan Cejudo


El próximo día 3 de Junio se celebra en el juzgado de lo social Nº 3 de Cádiz el juicio por el despido de Mari Carmen Amigueti por parte del Obispado de Cádiz y Ceuta; despido que tiene vigencia, según la carta del obispado, desde el 4 de Octubre de 2018 y comunicada a la trabajadora ese mismo día.

Un despido más de los muchos que se han dado desde la llegada del nuevo obispo Zornoza a la diócesis. Según algunos compañeros, son más ya de 20 despidos.

En el caso de Mari Carmen se le ha despedido alegando una serie de motivos que, su abogado supongo, irá desmontando en el juicio. Se le ha cambiado sustancialmente sus condiciones laborales al ponerle turnos de tarde todos los días de la semana, cuando sólo trabajaba por la tarde los viernes.

El documento de despido está muy elaborado para tratar de convencer al juez de su procedencia. Se nota que tenían decidido despedirla, a pesar de venir desempeñando su trabajo con los obispos anteriores sin  ningún problema, pues llevaba trabajando en el obispado más de 18 años, como también ha pasado con otros trabajadores anteriormente despedidos.

Pero llegó Zornoza y empezaron a llegar los despidos. No entiendo cómo desde el obispado se puede incentivar y promover una campaña de Caritas "Por el trabajo decente", cuando se dedican a despedir a numerosos trabajadores y dejarlos en paro. Increíble. Muy fuerte esta contradicción.

Los miembros del Grupo Cristiano de Reflexión- Acción estaremos en la puerta de los juzgados de lo social (Estadio Carranza frente al Colegio Tierno Galván) el próximo día 3 desde las 9,45 de la mañana y hasta las 10,20 para apoyar y acompañar a esta compañera despedida.

Desde aquí invitar a todo el que quiera acompañarnos ese día a unirse a nuestro grupo, para solidarizarnos con nuestra compañera.

Y mucho me temo que este no va a ser el último despido. Seguirá despidiendo trabajadores como podría hacerlo cualquier otra empresa neoliberal. Es increíble que estemos hablando del obispado de Cádiz y Ceuta, al que  habría que exigirle comportamientos basados en criterios evangélicos y no en los puramente económicos y empresariales.

Desde aquí mi más firme rechazo a esta forma de proceder por parte del obispado.


1 comentario:

Antoni dijo...

He aquí un caso claro en el cual, la institución, que debería servir para divulgar el mensaje, en vez de ello lo obstaculiza. Hay que fijarse en que, un dirigente de la institución contraviene su objetivo y su deber, pues hay que substituirlo en su cometido, e, incluso, pedir y forzar su dimisión del cargo que lleva tan mal.