Comienza un nuevo año en el que todos deseamos felicidad para nuestros seres queridos:familiares y amigos. Yo también lo deseo. Pero me gustaría plasmar aquí lo que son mis deseos concretos para este año nuevo que hoy empieza:
Para mi ciudad:
- Deseo que el centro "Fermín Salvochea" de baja exigencia para los sin techo, que debería haber empezado a funcionar hace un año, empiece lo antes posible, junto con programas que permitan a las personas que están en la calle, poder ser atendidas como personas de manera integral.
- Deseo que haya un plan de empleo local para las personas desempleadas, especialmente las más vulnerables.
- Deseo que el Ayuntamiento no demore en exceso el pago de los alquileres que puedan provocar desahucios por impago y que imponga un control sobre la proliferación de pisos turísticos, que complican demasiado la búsqueda en Cádiz de pisos en alquiler, para la gran mayoría de la gente.
- Deseo unos servicios sociales eficientes para tanta gente con problemas en Cádiz (37.000 en riesgo de exclusión social), donde las personas sean atendidas como se merecen, aunque entiendo el desbordamiento que deben tener estos servicios sociales.
- Deseo una sanidad pública eficiente gestionada, no de modo autoritario, sino en diálogo continuo con las fuerzas sindicales y de usuarios presentes en los centros.
- Deseo que siga siendo eficiente la gestión económica de nuestro Ayuntamiento, sin derroches innecesarios. Pero que, de seguir consiguiéndose superavit como en estos últimos 4 años (más de 38 millones de euros), no todo el dinero vaya destinado al pago de la deuda , sino que al menos un 25-30% se destine a ampliar las inversiones sociales en empleo, vivienda, asuntos sociales...
Para Andalucía:
-Que la Junta devuelva a Cádiz los 9 ó 10 millones de euros que le debe y que el alcalde prometió iría destinado íntegramente a aliviar el paro en la ciudad.
- Deseo que la Junta potencie más la sanidad y educación pública que su privatización, porque va en perjuicio de las personas menos favorecidas. Y que ponga en valor en nuestra ciudad los distintos inmuebles y solares que posee y que están cerrados desde hace años o sin uso.
-Y que construya al menos un Centro de mayores público y con gestión pública tan necesario en nuestra ciudad o que se rescate el actual centro de mayores Micaela Aramburu, de propiedad municipal, para que sea gestionado públicamente y no, como ahora, por una empresa privada.
Para el Mundo:
- Deseo que 2020 pueda significar el fin de las guerras en tantos escenarios. El acogimiento a las personas que emigran, sin muros ni vallas. Deseo que los países sean ambiciosos en sus planes para luchar contra el cambio climático y también para luchar contra las desigualdades y las exclusiones.
Para la Iglesia:
- Deseo que en Cádiz y en España los obispos sintonicen con el papa Francisco en sus gestos de sencillez y cercanía con la gente y apoyen su línea pastoral a favor de las personas excluídas: (personas sin techo, inmigrantes, refugiados, desahuciados...) y tengan un compromiso con el medio ambiente y fomenten el diálogo con todos, sin exclusiones.
- Para Cádiz deseo que llegue un obispo que sea pastor y no empresario. Que no esté preocupado por los temas económicos más que por apoyar a las personas necesitadas. Que ponga sus pisos y espacios libres al servicio de quienes no tienen un techo o son desahuciados y que logre crear un clima amistoso con trabajadores, sacerdotes y fieles, sin despidos, ni castigos ni frialdad de trato.
Para todos nosotros:
Que tomemos conciencia que debemos unirnos con fuerza y luchar contra tantas injusticias en tantos campos dejando a un lado tanta pasividad y pasotismo que en nada ayuda a solucionar los problemas que a todos nos afectan
Soy consciente que mi lista de deseos podría ser mucho más larga y exhaustiva. He querido dejar aquí solo algunas pinceladas, un poco a vuela pluma, de lo primero que se me viene en mente en mis deseos para este nuevo año 2020 que hoy ha comenzado.
¿Será feliz este año 2020?
1 comentario:
Bonitos y, me gustaría decir, accesibles deseos. Por desgracia imposiles para los que, con un poquito de buena voluntad, podrían realizarlos. Pidamos a Dios que se cumplan, al menos, los mas urgentes.
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