jueves, 9 de abril de 2020

VIERNES SANTO DESDE EL CONFINAMIENTO. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares



He leído con detenimiento toda la liturgia del Viernes Santo. Una liturgia, en mi opinión muy poco actualizada para el hombre de hoy, con expresiones y oraciones  que deberían ser revisadas y actualizadas.

Pero me quedo con lo fundamental: la lectura del evangelio de San Juan de la Pasión de Jesús Jn. 18, 1-40 y 19, 1-42.

Leyéndolo queda claro que quien realmente provoca la muerte de Jesús no es el poder político, sino el religioso. Pilato, que representa al poder político quiere dejar libre a Jesús. Hasta por tres veces les dice que no encuentra culpa en él. Pero la presión de los sumos sacerdotes es continua. Pilato azotará a Jesús, lo azotará, le pondrá una corona de espinas, se lo vuelve a enseñar y les dice si quieren que lo deje libre mejor que a Barrabás. Ellos insisten en que deje libre a Barrabás y piden la crucifixión de Jesús. 

Todavía Pilato intentará como ultima oportunidad entregárselo a ellos para que ellos lo crucifiquen. Pero los sumos sacerdotes insisten en que debe morir. Intenta por último de nuevo soltarlo. Pero ellos les dicen: "Si sueltas a ese no eres amigo del César". Ante el temor de que su cargo peligrara, se lo entregó a ellos para que lo crucificaran...

Pero quien provoca la muerte de Jesús son los sumos sacerdotes.

Y es que, como decíamos el domingo, Jesús es un peligro para ellos. No respeta sus rígidas normas religiosas, denuncia su hipocresía y sobre todo solivianta a las masas que le siguen: pobres, enfermos, prostitutas, mujeres enemigas de los judíos, como la samaritana y sobre todo no le perdonan que en el Templo, que habían convertido en lugar de negocio y de comercio, Jesús volcara las mesas de los cambistas y volcara las mesas, indignado...Esto fue la gota que colmó el vaso.

Jesús carga con la cruz, la cruz de todos los crucificados del mundo hoy, como bien dice Leonardo Boff:

"Cargar la cruz como Jesús la cargó significa, por tanto, solidarizarse con aquellos que son crucificados en este mundo: los que sufren violencia, son empobrecidos, deshumanizados, ofendidos en sus derechos. Defenderlos, atacar las prácticas en cuyo nombre son hechos no-personas, asumir la causa de su liberación, sufrir por causa de esto: he ahí lo que es cargar la cruz. La cruz de Jesús y su muerte fueron consecuencia de este compromiso por los desheredados de este mundo".(Koinonía. Relat nº 217)

En estos días de confinamiento que estamos pasando todos, no puedo dejar de pensar en los miles de personas muertas, la gran mayoría personas muy mayores y un alto porcentaje de ellos usuarios de Residencias de mayores...

Situaciones dolorosísimas para ellos y sus familiares que no han podido ni pueden estar con ellos los últimos momentos de su vida y que no saben cuándo podrán enterrarlos. Mueren en soledad, como Jesús en lo alto de la cruz cuando exclama. "Dios mío ¿por qué me has abandonado?"

Jesús está hoy muriendo en todas esas personas. Pero no sólo en los que mueren por el coronavirus, también en todos aquellos que a millones, mueren en el mundo por el hambre, por las guerras provocadas por los poderes económicos y políticos y también por los que mueren por otras pandemias ahora menos "de moda": dengue, sarampión, gripe...y por tantas otras cosas....

Debemos leer los textos de este día, pero iluminando nuestra realidad concreta...

Cierto que con la muerte no todo termina. Dios resucitará a su hijo, como vamos a celebrar el próximo domingo.

También toda esta situación debería llenarnos de esperanza para ir construyendo un Mundo distinto. 

Esta dura experiencia que estamos viviendo, nos debe hacer pensar en las cosas realmente importantes que son por las que debemos luchar: la importancia de una sanidad pública potente, de una menor contaminación, de unas energías menos contaminantes y mas uso de las renovables, por un decrecimiento en el consumo, por una verdadera oleada de solidaridad con los más vulnerables, como demuestra la cantidad de voluntarios y voluntarias  que estos días colaboran en distintas organizaciones para atender a los sin techo, a los ancianos que no pueden salir etc...

Para tomar conciencia que el  sistema económico que tenemos, es un sistema, como dice Francisco, "que mata" y debemos luchar por un nuevo orden económico mundial donde la persona esté en el centro y no el dinero, la corrupción o la especulación y la ambición...

Estos son mis sentimientos este Viernes Santo. Así lo siento y así lo vivo. Esperanza siempre. Debemos luchar por ese Mundo distinto donde sea posible la igualdad, la fraternidad, la justicia. Esa es la muerte que da sentido a la vida.

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