domingo, 26 de noviembre de 2017

EL PASADO LUNES SE REUNIÓ EL GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN-ACCIÓN. Juan Cejudo


El pasado lunes ser reunió el grupo cristiano de Reflexión-Acción.

Es un grupo que ha ido creciendo. Empezó sólo con miembros de Cádiz capital. Actualmente participan compañeros/as de otras localidades de la Provincia: San. Fernando, Jerez, Castellar, Algeciras....

Y es que todos tenemos una preocupación común por la situación de nuestra diócesis, por la deriva que está tomando con el nuevo obispo: despidos fulminantes, como los de Cáritas en Cádiz, la bibliotecaria del Seminario,  la archivera de   San Fernando, el trabajador de la parroquia de San José, o más recientemente  el cese fulminante de la directora del Instituto Superior de Ciencias religiosas Mª Carmen Fernández. 

Incluso el cese de un compañero párroco de Algeciras que se enteró por sus feligreses que ya no era el párroco y habían nombrado a uno nuevo. Todo esto ya lo expuse hace unos días en mi blog. Se puede recordar aquí:

http://juancejudo.blogspot.com.es/2017/10/y-el-obispo-zornoza-la-sigue-liando-con.html

Estos problemas no se dan sólo en el obispado de Cádiz, también en el de Jerez que ha despedido de malas maneras a una persona que trabajó en Caritas durante cerca de 22 años. Y en órdenes religiosas como las carmelitas de San Fernando que despidió a su cocinero después de 17 años.

Lo último en Cádiz ha sido el escándalo del Madueño que ha regentado  el local donde tenía su negocio durante más de 100 años y ahora con este obispo lo dejan en la calle. Luego está el negocio de las operaciones inmobiliarias a través de las fundaciones, todas dependientes del obispado...

El obispado de Cádiz tiene muchísimos bienes inmuebles: locales comerciales, pisos vacíos...mientras la gente tiene gravísimos problemas de vivienda, es desahuciada y se ve obligada a dormir en la calle, como el colectivo de los sin techo, también un colectivo con necesidades de tener un lugar donde cobijarse y donde puedan ser atendidos...

Comentamos en la reunión que el obispo no ha contestado a nuestra carta enviada hace más de 1 mes. Ante ese silencio que nos ignora, acordamos tomar nuevas medidas para que la opinión pública tenga información de estos hechos. Son ya varias las cartas que  hemos escrito al obispo a las que no nos ha contestado

Vemos también cómo muchos sacerdotes y trabajadores en el obispado están atemorizados y no hablan en público. Sí en privado. Son conscientes de estos problemas pero no se atreven a hablar ni a hacer nada para no sufrir represalias.

Qué distinto a la postura que han adoptado en San Sebastián con el obispo Munilla un amplio número de sacerdotes que han denunciado abiertamente los "desmanes pastorales de su obispo" como se puede leer en el siguiente enlace: http://www.periodistadigital.com/religion/diocesis/2017/10/14/monsenor-munilla-esta-intentando-llevar-la-diocesis-a-los-tiempos-de-la-cristiandad-iglesia-donostia-san-sebastian-euskadi-obispo.shtml


Concluyen su amplio informe sobre el obispo Munilla con estas palabras:

"Nuestra diócesis esta siendo dinamitada y construida desde la irregularidad, la chapuza, el peloteo, la caza de herejes y brujas. Monseñor Munilla está intentando llevar la diócesis a los tiempos de la cristiandad. Es un obispo que no admite la pluralidad, juega a 'colocar' frases del Papa, pero vacías de contenido real, ha puesto a los políticos de la provincia en su contra y se está convirtiendo en una especie de obispo feudal. Por todo ello, nos atrevemos a pedir públicamente que alguien haga algo en Roma, para sacarlo de nuestra diócesis, antes de que sea demasiado tarde".

Se sabe que Zornoza es de la misma línea que Munilla. Un obispo así no tiene encaje en una diócesis con tantísimas necesidades sociales y que ha tenido obispos de la talla de Añoveros y Ceballos que eran obispos con gran sensibilidad social y que fomentaban la participación y respetaban la pluralidad de líneas pastorales y teológicas en la diócesis.


Por eso hemos decidido hacer pública la carta.

Esperemos que llegue hasta Roma nuestra denuncia y no se siga deteriorando más la situación pastoral de la diócesis. Traer curas de fuera, de línea espiritualista no creo que sea la solución.

Necesitamos un obispo "con olor a oveja" como dice Francisco, sensibilizado por los problemas de los que más sufren y que haga signos-como los hace Francisco- que muestren la cercanía y compromiso con los que más sufren.

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