miércoles, 3 de agosto de 2022

HA MUERTO MELCHOR PRAT, UN COMPAÑERO DEL GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN-ACCIÓN DE LA BAHÍA DE CÁDIZ. Juan Cejudo.

 




Se nos ha ido un magnífico compañero del Grupo con el que 

llevamos conviviendo más de 9 años.


Me gustaría reflejar aquí algunas de las muchas cosas que 

Melchor nos ha aportado a todos en el Grupo.


Una persona que transmitía bondad, corrección en el trato con 

todos y muy educado.

Un gran creyente en Jesús de Nazaret que era su gran referente. 

Insistía una y otra vez que debemos mirar a los evangelios para 

ver cómo actuaba Jesús y el mensaje que transmitía con 

palabras y hechos para que nosotros los cristianos 

 procuráramos  imitarle  a Él, lejos de los criterios y 

pseudovalores que el Mundo nos pretende trasmitir: egoísmo, 

consumismo, el dinero como valor supremo, prestigio, poder...



Este mirar siempre a Jesús como referente, para nosotros ha 

sido una gran aportación de Melchor al grupo. También su 

templanza, su moderación, su carácter dialogante...Muy fiel a la 

Iglesia y comprometido con ella en distintos campos, siempre 

donde había que ayudar a personas vulnerables y otros como en 

la comisión diocesana de Justicia y Paz de la que era su 

presidente desde tiempos del obispo Ceballos.



Por eso la justicia y la paz tanto le preocupaban y reaccionaba 

contra las situaciones de injusticia, vinieran de donde vinieran, 

porque cualquier injusticia es contraria al Evangelio. Aunque 

procedieran del mismo obispado. Por eso, junto con los demás 

miembros del Grupo se manifestó en numerosas ocasiones 


frente  a los juzgados y frente al mismo obispado para protestar 

con  pancarta por los  injustos y numerosos despidos que se 

produjeron en la diócesis y  que afectaron hasta a otro 

compañero del Grupo o por el trato  dado a algunos sacerdotes 

críticos con el obispo.





Por eso Melchor, con los demás miembros del Grupo no dudó en 

firmar junto con más de 350 personas una carta al Nuncio para 

pedir un nuevo obispo para Cádiz, más sensible con los pobres y 

más dialogante con todos. Ese compromiso por la justicia hacía 

Melchor muy decidido, junto a los demás compañeros y 

compañeras, a actuar  públicamente  con este tipo de acciones 

que hemos comentado. 



Melchor fue quien retomó con el Grupo,  después de algunos 

años de carencia, las celebraciones anuales por la muerte de 

Óscar Romero, el obispo de los pobres, asesinado por los 

militares en el Salvador. Celebraciones donde siempre él incluía 

a todos los mártires en diferentes partes del mundo en el último 

año.


Él se encargaba de preparar, con la ayuda de otros compañeros, 

 las hojas de nuestras celebraciones cristianas en las fechas más 

importantes: Navidad, Jueves Santo, Pascua de Resurrección, 

Pentecostés…con las lecturas, cantos, dibujos etc...



Este último año la última celebración que participó con el grupo 

fue la de la Pascua de Resurrección. Ya no pudo participar en la 

de Pentecostés porque había ingresado en el Hospital el día 

antes.


Melchor estaba en la comisión de tres personas creada  

recientemente en el  Grupo para preparar el plan de formación 

del próximo curso. 



Una de sus propuestas era estudiar y comentar juntos el libro de 

Juan A. Estrada “Espíritu Santo”. Eran sus últimas 

aportaciones: hablar de la importancia del Espíritu Santo en la 

vida de los creyentes pues Él nos da fuerza y empuje para seguir, 

como Jesús, comprometidos en la vida para luchar con 

esperanza, sin desmayo,  por ese  Mundo Nuevo que Jesús 

anunciaba: fraternidad, solidaridad,  preocupación por los más 

vulnerables y lucha por la justicia, la paz y la verdad.



Muchas veces, cuando terminaba la reunión, nos veníamos 

andando o en su coche y comentábamos temas de actualidad 

eclesial o política. Teníamos también nuestros debates y 

diferencias en determinados temas como el aborto, el celibato 

etc. pero coincidíamos mucho más en otros muchos puntos y 

siempre con un trato exquisito y correcto por ambas partes.


Se nos ha ido un gran compañero. Creo que todo el Grupo ha 

sentido mucho su marcha y así lo hemos expresado ayer tarde y 

hoy asistiendo al tanatorio para acompañar a su familia y rezar 

por él. 



Quizá sería bueno que el grupo tuviera un acto para, entre 

todos, poner en común lo que Melchor nos ha aportado y para 

que lo tengamos en cuenta en nuestro caminar. 





Él ya está gozando de una vida nueva en la que tanto creía.

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