viernes, 24 de marzo de 2023

24 DE MARZO: 43 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE ÓSCAR ROMERO. Juan Cejudo



El 24 de marzo de 1980 murió asesinado Óscar Romero, "San Romero de América".

Romero fue al principio un obispo más bien conservador, pero el asesinato de Rutilio Grande, sacerdote, amigo de Romero, junto a otros campesinos, le fue llevando a un alto compromiso en la defensa de los derechos humanos y en la opción por los más empobrecidos.

Fue denunciando implacablemente los abusos y la represión cometidos por el gobierno militar contra el pueblo. Y dejó clara su opción preferencial por los más pobres, al estilo de Jesús de Nazaret, como cuando decía entre otras cosas:



"Las mayorías pobres de nuestro país son oprimidas y reprimidas cotidianamente por las estructuras económicas y políticas de nuestro país.

El mundo de los pobres nos enseña que la liberación llegará no sólo cuando los pobres sean puros destinatarios de los beneficios de gobiernos o de la misma Iglesia, sino actores y protagonistas ellos mismos de su lucha y de su liberación desenmascarando así la raíz última de falsos paternalismos aun eclesiales".


Un francotirador desde un auto rojo le disparó cuando estaba celebrando la eucaristía ocasionándole la muerte.

Y es que el día anterior Romero había pronunciado una muy comprometida homilía en la Catedral denunciando la represión del ejército y fuerzas de seguridad contra el pueblo y  haciendo un llamamiento para que desobedecieran a  sus mandos y dejaran de matar. Y éso no se lo permitieron. Lo mataron al día siguiente.

Éstas fueron algunas de sus frases:


"Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. 



Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. 

Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión."

La vida de Óscar Romero, "San Romero de América", es todo un ejemplo para todos nosotros que, en realidades distintas a las de aquellos años en El Salvador, también debemos estar comprometidos con los sectores populares, en la defensa de los derechos humanos y en la denuncia de cualquier injusticia, se dé donde se dé, aunque sea también en el interior de la Iglesia.


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