Este año se cumple el 78 aniversario de la Explosión de Cádiz, en la que 150 personas (entre ellas mi padre de 36 años) perdieron la vida. A mi padre le cayó encima de su cabeza una viga del techo y murió desangrado. Trabajaba a escasos 20 metros de donde explotaron las bombas.
Cada año vivo este acontecimiento, que cambió la vida de mi madre , mi hermana y mía con varios sentimientos y con gran indignación.
Sentimientos, al volver a recordar aquellos trágicos momentos que viví con 6 años recién cumplidos: un cielo rojo, la casa sin luz, llorando, agarrado a los pantalones de mi abuelo...., mi madre, que había bajado en esos momentos por perejil a casa de una vecina...Tener que dejar Cádiz para ir a vivir todos a San Roque, con mi tío, párroco de allí...
Indignación porque ya tenemos muy amplia información, gracias a las investigaciones de José A. Aparicio de que, de aquella tragedia-"tragedia anunciada", como él dice en su libro- alguien fue responsable de la muerte de mi padre y de todas las víctimas: La Marina y, subsidiariamente, el Estado. Porque oficialmente nadie se hizo, ni se ha hecho hasta hoy, responsable de ella.
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José Antonio Aparicio |
Según ha investigado José A. Aparicio, que expone en sus libros, en el año 1943 los altos mandos de la Marina, encargaron al Comandante Bescós, que hiciera un informe sobre la situación de todos los arsenales militares que había en la Bahía.
Las conclusiones de aquel informe que envía a sus altos jefes no puede ser más claro y contundente:
"Estas consideraciones mueven al Jefe que suscribe a aconsejar el urgentísimo traslado (el subrayado es mío) del depósito de Defensas Submarinas que, en caso de voladura, originaría una catástrofe de carácter nacional.
Mientras subsista, debe extremarse la vigilancia militar y naturalmente la técnica, dando las órdenes oportunas"
(José A. Aparicio "El Amanecer de un Cádiz desolado").
Comandante Bescós |
No le hicieron caso, a pesar que él mismo encontró y propuso un lugar muy apropiado para ello en el Berrueco, entre Chiclana y Medina.
Además, aquellas bombas no se deberían haber descargado en Cádiz. Cartagena se había negado. Pues el material del que estaban cargadas era de algodón pólvora y estaban prohibidas desde 1910 porque ya habían ocasionado varias explosiones en otros lugares.
Tampoco se cumplieron los protocolos que existían para poder almacenar aquel terrible material. Y se cumplió lo que tenía que pasar y ya anunció Bescós: "Una tragedia de carácter nacional". Ha sido una de las mayores tragedias ocurridas no sólo en nuestra provincia y en Andalucía, sino en España: 150 muertos, entre 5000 y 10.000 heridos y centenares de viviendas destruídas o dañadas.
Mi padre, Ramón Cejudo |
Después de la tragedia se abre procedimiento judicial por la vía civil, pero pronto la Marina decide asumir ella la instrucción (la responsable de la tragedia convertida en juez. El lobo cuidando de las ovejas). Se explica que no se tuviera en cuenta en dicha instrucción militar el duro informe del comandante Bescós ni tampoco otros testimonios de testigos críticos con la versión oficial.
Es de agradecer el esfuerzo investigador de José A. Aparicio, (que ya ha publicado tres libros sobre la Explosión y que he leído con gran interés), que se merece un reconocimiento público por ello. También por todas las iniciativas que desde hace años viene tomando para que el pueblo de Cádiz no se olvide de lo que pasó aquel 18 de julio de 1947: visitas guiadas, conferencias, pagina web etc...
Indignación siento también porque a las víctimas no se nos ha pedido ni perdón porque, claro, nadie ha asumido la responsabilidad de aquella tragedia, A las víctimas hay que indemnizarlas y reconocerlas como se merecen aunque hayan pasado 78 años. Por dignidad, por justicia.
No se ha hecho en Cádiz un digno Mausoleo, amplio, donde puedan estar expuestos todos los nombres, apellidos, y edades de las 150 víctimas, como sí existen en otros sitios donde ha habido tragedias, mucho menos importantes que la de Cádiz. Y ese Mausoleo debe ir en el lugar de la Explosión. El actual monolito que está en la Pza. S. Severiano es ridículo y no están los nombres de todas las víctimas.
La Marina, que no ha resarcido tampoco a la ciudad de Cádiz por tantos daños, lo menos que debería hacer es ceder al menos parte del actual Instituto Hidrográfico, para que allí vaya ese Mausoleo y también el Museo permanente de la Explosión que está actualmente en el Castillo de Sta. Catalina.
El Ayuntamiento debería de actuar durante todo el año para conseguir entrevistas con La Marina y negociar con ella en la dirección que estamos comentando. Debería liderar una comisión, donde también estén Diputación y Junta de Andalucía, (porque ha sido la mayor tragedia ocurrida en la provincia y en Andalucía), para presionar juntos hasta conseguir estos objetivos que son más que justos y razonables.
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Bruno García, alcalde de Cádiz |
También deben conseguir que se desclasifiquen los archivos de San Fernando y Madrid, actualmente secretos, para que los investigadores puedan seguir estudiando para saber qué pasó realmente aquel fatídico día y después difundirlo a los ciudadanos y que todos podamos saberlo.
Sé de sobra que mis palabras caerán en el vacío. No me importa. Yo digo lo que, como víctima bien informada, entiendo que se debe hacer, si de verdad se quiere dignificar a las víctimas.
Conceder la medalla de oro colectiva a las víctimas está muy bien, pero no es lo más importante que hay que hacer. Para mí con la concesión de la medalla no se cierra nada, ni me conforma para nada, aunque valoro el gesto. Todo lo que el Ayuntamiento debe hacer para satisfacer con dignidad a la víctimas está por hacer y es lo que aquí he comentado....
En resumen, las víctimas sólo pedimos JUSTICIA Y REPARACIÓN.
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