Me ha gustado la carta pastoral del Obispo de Cádiz ante el día mundial de las migraciones que celebra la Iglesia Católica. Aunque no sé por qué la Iglesia no se une a la fecha del 18 de Diciembre para celebrarlo, que es la fecha que la ONU aprobó hace 20 años la "Convención sobre los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias".
El lema de este año: "Una sola familia humana". El obispo se dirige a todos los inmigrantes que viven en la diócesis y a sus familias. Él sabe muy bien que en estos años que llevamos de crisis, ésta está machacando de un modo muy especial a los inmigrantes que viven con nosotros.
Si hoy es muy difícil encontrar un trabajo para un gaditano, mucho mas complicado lo tienen los inmigrantes. Si difícil tiene un gaditano encontrar una vivienda, mucho mas complicado para un inmigrante.
Si la subida de los precios repercute muy de lleno en quienes se quedaron sin subsidio de paro, sin empleo o en quienes tenemos congeladas nuestras pensiones para este año, ¿cómo no será aún peor para nuestros hermanos inmigrantes?
Por eso está bien esta carta para darnos a todos los cristianos, de paso, ( aunque él quiere dirigirse a ellos y a sus familias) un toque de atención para que estemos siempre atentos para ser acogedores y solidarios con quienes más lo necesitan.
Dice el obispo : "Como Pastor de esta Iglesia, desearía que en todas las Parroquias de esta Diócesis de Cádiz y Ceuta, los inmigrantes y vuestras familias os pudierais sentir como en vuestra propia casa, en la gran familia de los hijos de Dios".
"....Por eso invito a todas las comunidades parroquiales a permanecer en el compromiso de abrir las puertas a los hermanos inmigrantes. «Una comunidad parroquial fraterna es aquella que conoce las familias inmigrantes que viven en el barrio o en el pueblo. Que llama a cada uno por su nombre y se encuentra con ellos, en la calle o en la plaza del pueblo, sabiendo escuchar el misterio de la vida de cada uno»"..
"Ante la situación que viven los más débiles y ante el sufrimiento y la injusticia no se puede ser neutral. Los cristianos hemos de seguir el camino de Jesucristo, Nuestro Señor, que tuvo una opción preferente en favor de los enfermos y de los más pobres."
Aunque la carta está dirigida a los cristianos de la diócesis, pienso que ese mensaje puede ser perfectamente asumido por cualquier persona de buena voluntad que tenga sensibilidad social.
Falta en esta carta, desde mi punto de vista, una crítica a la actual situación económica, al capitalismo salvaje, que es el que provoca esta situación que a todos nos machaca, aunque más a los mas débiles.
Es necesario la denuncia a fondo de un orden económico internacional injusto que provoca la distancia cada vez mas abismal entre países ricos y pobres y que es la que provoca necesariamente las migraciones de los ciudadanos mas pobres a otros países, a veces en circunstancias trágicas.
Son necesarias amplias reformas en nuestras políticas de migración para que todos los derechos de los migrantes sean respetados.
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