sábado, 15 de septiembre de 2012

SOBRE EL OBISPO DE CÁDIZ. Juan Cejudo

 











Religión Digital publicaba un artículo retratando bastante bien a nuestro obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza. El artículo lo firmaba su director, José Manuel Vidal. Y lo titulaba: "Zornoza, el Munilla del Sur".

Todos sabemos quién es el obispo Munilla y los problemas tan grandes que ha traido a la diócesis de Guipúzcoa, desde que fue nombrado para sustituir al anterior, Monseñor Uriarte.

Zornoza sustituye aquí al anterior obispo Ceballos. Y, por lo visto, no son pocos quienes se sienten ya decepcionados por el cambio tan grande que está dando a la anterior línea pastoral a pesar del poco tiempo que lleva en el cargo.

Este es el artículo que os recomiendo leáis:

Un cordial saludo: Juan
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ZORNOZA, EL MUNILLA DEL SUR

 

 

Era previsible. Lo anunciábamos en el momento de su nombramiento. Y el pronóstico no tardó en cumplirse. Tanto y tan de prisa que a monseñor Rafael Zornoza, el nuevo obispo de Cádiz, ya le llaman el "Munilla" del Sur. Estos nnuevos obispos conservadores llegan a las diócesis como los cruzados: dispuestos a arrasar y a cambiarlo todo a su imagen y semejanza. Y, por supuesto, a matar al "padre", es decir a su antecesor. Llámese Uriarte en Guipuzkoa o Ceballos en Cádiz. 



Dice la teología pastoral que, en la vida de la Iglesia y del discurrir del pueblo de Dios, no son buenos los cambios bruscos. No se debe sustitruir a un cura del Concilio por otro de los Legionarios. Obispos como Munilla y Zornoza no deberían suceder a Uriarte y Ceballos. No deberían, pero se hace. Y con una estrategia bien definida. Hay que acabar con los rescoldos de la Iglesia conciliar. Y lo único que consiguen los diseñadores de esta estrategia es sembrar desilusión.

"En general hay descontento en el clero gaditano con Mons. Zornoza, que está enmendando el estilo de corresponsabilidad que marcó el pontificado del santo de D. Antonio Ceballos", me escribe un sacerdote gaditano. 

Y enumera una serie de hechos, dichos y datos concretos del ser y del hacer de monseñor Zornoza. El nuevo obispo ha llegado a decir que "sufre con paciencia a los 'curas mundanizados' que le ha tocado gobernar". Y es que el traje talar se ha convertido para algunos obispos en el distintivo esencial de los sacerdotes. A Zornoza le gustaría que todos sus curas vistiesen de sotana o clergyman. Y los sacerdotes que van de seglar son discretamente ignorados o apartados. Independientemente de su valía personal, pastoral y espiritual. 

El nuevo obispo gaditano se queja continuamente de la formación de un clero que ha estudiado en los centros, para él "sospechosos", del CET de Sevilla y de la Facultad de Teología de Granada. Y es que la mayoría de los sacerdotes de los últimos 20 años se han licenciado o doctorado en teología en Salamanca, Comillas o Roma. 

Y para evitar la "contaminación" doctrinal ha roto la dependencia-relación que el seminario de Cádiz mantenía con la facultad de los jesuitas y, por supuesto, ha afiliado su seminario a la Facultad de San Dámaso. De esta forma, rinde tributo a su "padrino" y protector, el cardenal Rouco, y suma unos cuantos seminaristas más al gran centro universitario que el cardenal quiere erigir en Madrid. Aunque una cosa es querer y otra, poder. Salamanca es mucho Salamanca y Comillas cuenta con el prestigio, el apoyo y la influencia de la Compañía.

Item más: "Zornoza ha sustituido a los vicarios por otros que sí visten traje talar y, en el seminario, ha colocado a formadores de su absoluta confianza", explica el cura gaditano en su carta. Aunque los haya tenido que traer de su anterior diócesis de Getafe, donde ejerció de auxiliar. Y es que este tipo de obispo sólo se fía de "los suyos". Tanto es así que una de las decisiones que más escándalo está causando en Cádiz es que monseñor Zornoza haya nombrado a su propio secretario personal, Carlos Ruíz, como director espiritual del seminario.

El descontento se generaliza y se puede ver en este blog de la diócesis de Cádiz, con una fuerte carga crítica hacia las decisiones del obispo.

Y el cura gaditano concluye así su misiva: "En fin, monseñor Zornoza está volviendo a la diócesis como un calcetín: Pero el cariño y la ilusión con la que fue acogido se ha trocado en malestar, crítica, falta de entusiasmo y poca respuesta a sus convocatorias. ¿Estos métodos y nuevas expresiones serán el nuevo ardor, o se va a quedar en ardentía?"

José Manuel Vidal

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