sábado, 27 de diciembre de 2014

REFLEXIÓN NAVIDEÑA. Juan Cejudo



Las fiestas navideñas me sugieren muchas reflexiones que se me agolpan en mi mente.
Pienso que, en gran parte, se ha pervertido el verdadero sentido navideño que debiera estar centrado en el acontecimiento que se celebra: el aniversario del nacimiento de Jesús de Nazareth.

Las fiestas, el desbordamiento de regalos, las cenas espléndidas y copiosas-excesivas- las luces de neón , los bailes, el gasto excesivo de estos días...me parecen síntomas claros de que hemos desviado el verdadero sentido de la navidad.

Que así lo viva una gran parte del pueblo, pudiera parecer normal pues la sociedad nuestra es en gran parte areligiosa, es decir, no tiene como hace muchos años el sentido religioso. Es una sociedad laica y vive su vida sin referencia alguna al sentido religioso. Pero que así lo vivamos también los que nos llamamos cristianos, no tiene mucho sentido.

Sí veo que algunas manifestaciones que aún se conservan en  estas fechas, sí que tienen  ese verdadero sentido que debiera tener la Navidad, es decir la celebración cada 24 de diciembre del nacimiento de Jesús. Ese Jesús amigo de los pobres, que aliviaba el sufrimiento, el dolor y el aislamiento de enfermos, prostitutas, excluídos y marginados de su tiempo. 



El que anunciaba un reino donde imperara la paz, la justicia, la igualdad entre todos los seres humanos, que rompía normas religiosas absurdas y se enfrentaba al poder religioso y político de su tiempo.  Y por eso lo mataron.


Veo el espíritu navideño cuando nos acercamos a los que sufren para alivirlos en su dolor y también cuando los animamos a rebelarse contra las injusticias de un sistema inhumano, cruel y desigual  injusto, no querido por Dios, donde sólo impera la avaricia del dinero. Entonces sí que veo el espíritu navideño.

Cuando personas que han estado alejadas o distanciadas por rencillas familiares o vecinales, intentan acercarse y volver a tener una relación más cercana.

Cuando mucha gente comparte con el que no tiene en estas fechas: sean alimentos, juguetes para los niños, ropa o casa...Ahí sí que veo el espíritu navideño, que por cierto debiera durar todo el año, no sólo en tiempo de Navidad.

Lo veo también en esos voluntarios de ONGS y  religiosos o religiosas, que de modo admirable viven en países lejanos, aportando su granito de arena para colaborar para que mucha gente en esos países puedan tener una vida más digna. Éso sí es tener espíritu navideño.

 Los anuncios publicitarios de la tele nos invaden para que consumamos y consumamos. Si antes eran los Reyes Magos, ahora se nos ha colado también Papá Noel para que tengamos doble gasto y se aumenten las ventas...Demasiado consumismo y muy poco espíritu navideño..

Sentimientos encontrados....


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