Quiero mostrar mi apoyo y solidaridad al pueblo venezolano y a su legítimo
gobierno que en estos días sufre un intento desestabilizador por sectores de la oposición con actos
violentos que han provocado el caos,
violentos disturbios y numerosos muertos y heridos. Sería deseable que se abriera una investigación imparcial para determinar a los responsables de estos gravísimos incidentes y que paguen por ellos.
Aunque es cierto que en Venezuela, como en otros muchos países, hay problemas, hay que reconocer también que en
estos años de gobierno chavista ha aumentado el gasto social en más de un 60%,
es el país de la región con menor desigualdad al haberla reducido en un 54% y
la pobreza en un 44%. Es el país latinoamericano segundo en número de
estudiantes universitarios y el 5º del mundo. Se han construido más de 13.700
clínicas en barrios populares y construido más de 500.000 viviendas, entre
otros logros.
Me parece
injusto el tratamiento desinformativo que sobre Venezuela y el régimen chavista
están ofreciendo los medios de comunicación oficiales, controlados por las
grandes multinacionales y sectores afines a nuestro gobierno conservador. Se
han mostrado imágenes manipuladas en fechas y sitios para pretender hacer
llegar a los ciudadanos hechos que no han existido, intentando criminalizar al
nuevo presidente sucesor de Chaves.
Es denunciable la injerencia de conocidos políticos de EEUU que parecen alentar la
insurrección contra el legítimo presidente, quizá buscando un gobierno afín que
les surta de las inmensas reservas petrolíferas a un menor coste y con mayores
ventajas políticas y económicas.
También se constata que estos intentos desestabilizadores de gobiernos populares han
sido siempre una constante en la historia de Latinoamérica. Basta recordar el
caso de otro legítimo presidente también depuesto por las armas: Salvador
Allende.
Por eso
desde aquí mi apoyo y solidaridad con el pueblo de Venezuela.
Uno mi voz a las muchas que en todas las partes
del mundo hoy se alzan mostrando su rechazo a este golpe de estado encubierto.
Solidaridad
con el pueblo venezolano y con el legítimo Gobierno elegido democráticamente en
unas elecciones libres con observadores internacionales que constataron la
limpieza del proceso electoral.
Y es que las riquezas petrolíferas de Venezuela son un plato muy apetitoso para los intereses de la mayor potencia del mundo que debe suministrarse de un petróleo a precio muy caro ( la mayoría lo trae del Medio Oriente) mientras poder traerlo desde Venezuela por un gobierno amigo, le supondría un precio de mucho menor coste, además de intentar , políticamente, desequilibrar el equilibrio de fuerzas en el continente latinoamericano
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