Cada vez que hablo de paro se me revuelven un poco las entrañas porque no se me puede olvidar jamás mis tristes experiencias de paro sufridas en la época anterior a la democracia desde los años 69 en que llegué a Cádiz a buscar trabajo hasta el año 1979 en que por fin pude encontrar mi primer trabajo estable.Recuerdo cómo nos movilizamos y nos organizamos los parados desde el año 1975 en aquellas comisiones de parados y todo lo que hacíamos para intentar luchar por encontrar un puesto de trabajo: asambleas por barrios de parados, Asambleas generales en los locales de los antiguos sindicatos, pegatinas y hasta una revistilla que se llamaba " La voz de los parados" y que aún conservo.
También, aquellas asambleas que teníamos por las fábricas de la Bahía: Aeronáutica, Bazán, Fábrica de Tabacos... y nuestro esfuerzo de implicar a las asociaciones de vecinos en nuestro problema. Y aquel encierro de 40 parados en Santo Domingo que todos apoyamos.
Cuando veo los datos de ahora y los comparo con los de aquel tiempo, hay algo que no me cuadra y que al mismo tiempo me indigna.
En el año 1975 había unos 10000 parados en la ciudad ( aunque no teníamos cifras oficiales) y la población de Cádiz entonces, según el censo de 1970 era de 135743 habitantes.
Ahora, en 2010 el número de parados es mucho mayor: 15000, con una población mucho menor: 126766. Es decir que hemos retrocedido de manera alarmante. En 35 años, con una población que ha disminuido 11000 habitantes, hemos aumentado en un 50% el número de parados en nuestra ciudad.
De ahí, como decía en mi anterior artículo, las graves consecuencias que se derivan de ello: emigración de los jóvenes en busca de trabajo, envejecimiento de nuestra población y por tanto, empobrecimiento y aumento del número de quienes acuden a los servicios sociales.
Entiendo que parte no pequeña de este problema tiene mucho que ver con la problemática general del paro en nuestro país agravada por la persistencia de la crisis económica. Pero también estoy convencido que no podemos escudarnos en esperar, cruzados los brazos, a que sea el Gobierno central el que resuelva todos nuestros problemas.
Los políticos locales, especialmente la Alcaldesa y sus concejales debieran mover al máximo sus capacidades y sus influencias para conseguir, junto a otros políticos de la provincia, la reindustrialización de nuestra Bahía y la disminución significativa del paro en la ciudad.
También el Ayuntamiento debiera hacer más para que los trabajadores que se contraten en obras en la ciudad fueran gaditanos en un gran porcentaje, como hacen en otras poblaciones cercanas. Es triste que las obras de la ciudad se hagan, en su gran mayoría, con trabajadores foráneos.
Desaparecieron o disminuyeron significativamente empresas muy importantes: Construcciones Aeronáuticas, Astilleros, Altadis, Delphi, empresas del polígono exterior de Zona Franca, Muelle pesquero, Fábrica de Cervezas... ¿No es posible conseguir que nuevas empresas se instalen en Cádiz o en el área de la Bahía?
Y con eso, tampoco digo que no se esté haciendo nada. Lo que digo es que siendo un problema de tan enorme magnitud, el Ayuntamiento tendría que redoblar los esfuerzos y tenerlo como objetivo prioritario en la acción del Municipio.
Y también ¿por qué no decirlo? Todos los gaditanos, especialmente el Movimiento ciudadano, debieran presionar mucho más al Ayuntamiento para que se pusieran medios más eficientes y de mayor calado para combatir el paro.
Detrás de unas cifras frías está la problemática aguda de miles y miles de familias que no pueden subsistir. Como sé lo mal que se pasa estando parado, por eso este problema me afecta tanto.
No se puede estar dependiendo de las ayudas sociales, de comedores benéficos y de la ayudas de Caritas o de otras instituciones.
Es normal también que los parados, en ocasiones, no puedan aguantar más y decidan ejercer presiones con encierros en iglesias, manifestaciones etc...
Esta situación es de por sí explosiva. Por algún lado tendrá que saltar.
Y habría que evitarlo.
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