martes, 22 de mayo de 2018

EL EJEMPLO DE FRANCISCO CON LA IGLESIA CHILENA QUE DEBERÍAN IMITAR NUESTROS OBISPOS. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares


Todos sabemos el escándalo mundial que ha supuesto la actitud de la iglesia chilena en relación con los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Karadima, escándalos que encubrieron no pocos obispos y cardenales de la iglesia chilena, especialmente Juan Barros , obispo de Osorno al que las víctimas consideran encubridor de Karadima.
Karadima

Cuando Francisco estuvo en Chile llego a  decir de Barros: "El día que me presenten una prueba contra él hablaré. No hay ninguna. Todo es calumnia. ¿Queda claro?”

Pero, de vuelta a Roma, ya en el mismo avión Francisco pidió disculpas porque entendía que su frase no había sido una frase acertada. Él había defendido al obispo por las informaciones que le habían dado las máximas autoridades religiosas de Chile: el nuncio Scapolo, Javier Errazuriz y Ricardo Ezzati.

A la vista del gran malestar que produjo su visita a Chile por esta postura, que parecía apoyar a los causantes y encubridores de  estos abusos sexuales a menores, cambió de actitud y decidió enviar un investigador de su máxima confianza: Charles Scicluna (luego apoyado por Jordi Bertomeu). Éstos se entrevistarían con los denunciantes y dispuestos a escuchar a todos los que tuvieran que informar de cualquier tipo de abusos.
Obispo Barros

Cuando Francisco recibe este informe demoledor, escribe una carta a los obispos chilenos  en la que dijo sentir "dolor y vergüenza" y admite  haber "incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada".

"Todos los testimonios recogidos (por Scicluna) hablan de un modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza"

¡Ojo!: Francisco, papa, rectifica. Cambia por completo de actitud. Algo nada habitual en los papas.

Y sobre todo, toma una actitud que a mí me parece impresionante, algo nunca jamás visto: llama a convivir en su propia residencia, durante varios días, a tres significados denunciantes de los abusos sexuales: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y Jose Andrés Murillo. 

¿Podemos imaginar siquiera lo que supone este gesto en la Historia de la Iglesia? ¡Los denunciantes contra el sacerdote abusador y los obispos encubridores, conviviendo con el Papa...! Tuvo Francisco tiempo suficiente para hablar largo y tendido durante varios días con los afectados y escuchar de su propia voz todo el sufrimiento y el calvario que llevan pasados.

Las consecuencias han sido también históricas, nunca jamás vistas en la historia de la Iglesia: los obispos chilenos en bloque, después de estar unos días reunidos en el Vaticano con Francisco en clima de oración y discernimiento (4 veces ha estado reunido Francisco con todos los obispos chilenos en 15 meses), deciden renunciar a sus cargos y ponerlos a disposición del  Papa, quien tendrá que decidir en próximas fechas qué renuncias acepta y cuales no...¡Un episcopado entero dimitiendo...!

¡Cómo me gustaría ver este gesto en mi obispo de Cádiz y en el arzobispo de Sevilla Monseñor Asenjo que lo apoya y lo justifica!

Referido, no a temas de abusos sexuales, sino a temas de los numerosos despidos que se están produciendo en la Diócesis provocando mucho dolor y sufrimiento en los afectados y que ellos ignoran. 

¿Por qué no hablan con todos ellos y escuchan por su propia voz su versión de los hechos? En vez de justificarlo todo y decir que todo se hace muy bien ( lo típico ), deberían hablar con ellos y ver cuánto daño están provocando, no sólo por los despidos, sino por la forma como los despiden: con mentiras , engaños y males artes, algo impropio en miembros de la Iglesia, ni en personas honestas.

También podrían hablar con tantísimas familias con gravísimos problemas de vivienda (inmigrantes, desahuciados, sin techo...) y escuchar de ellos cómo se quejan de que la Iglesia no cede sus muchos inmuebles y pisos vacíos...

Hablar con los afectados, escuchar directamente de ellos su versión de  estos hechos...Es un gesto que bien podrían aprender del papa Francisco. Y si tienen que rectificar, que rectifiquen y readmitan a los despedidos injustamente como ya han dicho en algunos casos los tribunales. Y que cedan los pisos de la Iglesia para las personas muy necesitadas..

Ojalá...!

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