Comunicado del Grupo Cristiano de Reflexión- Acción que se
ha enviado a los medios y se ha leído hoy en la Concentración
frente a los juzgados de lo social, en apoyo de Ildefonso y
Carmen, amenazados de desahucio por el obispado de Cádiz,
después de llevar más de 40 años en su vivienda.
Un cordial saludo: Juan Cejudo
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COMUNICADO:
Desde
el Grupo cristiano de Reflexión-Acción queremos valorar de modo muy
positivo la sentencia condenatoria para el obispado de Cádiz y Ceuta
que declara nulo el despido de una trabajadora y que debe ser
readmitida en su puesto de trabajo, con el pago correspondiente de
todos estos días que ha estado despedida, hasta el momento en que se
reincorpore a su trabajo.
Lamentamos
que un juez deba declarar el despido nulo por no encontrar motivos
para ello y que las causas del mismo hayan sido por represalias
contra la trabajadora por haber reclamado el cambio sustancial en sus
condiciones de trabajo y también por haber sido sancionado su esposo
con 4 días de suspensión de empleo por motivos infundados hasta el
punto que el juez tuvo que revocar la sanción impuesta por el
obispado.
Estos
procedimientos, tan frecuentes en los despidos de empresas
mercantiles, nunca debieron ser utilizados por un obispado de Cádiz
y Ceuta que no debe ser una empresa más de corte neoliberal, sino
que representa a la iglesia local de Cádiz y Ceuta al frente de la
cual hay un pastor, sucesor de los apóstoles de Jesús de Nazaret al
que todos deberíamos de seguir.
Hechos
de este tipo no pueden volver a repetirse.
Creemos
que el Obispo debe cesar en sus cargos a las personas responsables de
estas sanciones y despidos, que no son los únicos, sino que se
repiten por desgracia, con demasiada frecuencia.
El
ecónomo que, según la testigo del obispado en el juicio, fue el
responsable del despido, debiera ser cesado de inmediato junto a la
letrada que le asesoró. De no hacerlo, el responsable último sería
el Obispo, que debería ser cesado por la autoridad eclesiástica
competente.
No
se puede seguir dando el vergonzoso espectáculo que se está dando
en nuestra diócesis con situaciones como las que estamos comentando
y con un descontento muy generalizado entre los sacerdotes que por
miedo a las represalias callan y no dicen nada. ¡Si ellos hablaran…!
Hay
que volver a los tiempos de obispos anteriores como Añoveros,
Dorado, Ceballos, donde este tipo de problemas no existían y las
relaciones del obispo con sus sacerdotes y laicos era mucho más
fluida y cercana y donde primaba la preocupación pastoral, más que
las de tipo económico como ahora, dando más el obispo la imagen de
un empresario que de un pastor.
Lamentablemente
ahora nos enteramos de un nuevo problema: el desahucio obligado de
Ildefonso y Carmen, porteros de las capuchinas de S. Fernando, que
deben abandonar, a instancias del obispado, su vivienda en la que
llevan más de 40 años. Se ven en la calle sin nada. Esto no puede
ser. Nosotros expresamos desde aquí nuestro apoyo y solidaridad con
ellos.
De
nuevo esta familia se ve obligada a acudir a los tribunales a
defender sus derechos. Allí estaremos.
El
obispo está a tiempo de reconsiderar su decisión y no ejecutar
dicho desahucio hasta tanto no haya una alternativa habitacional para
ellos.
Cádiz,
18 de Junio de 2.019
GRUPO
CRISTIANO DE REFLEXIÓN ACCIÓN
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