Hoy celebramos el 33 aniversario de Óscar Romero, arzobispo de San Salvador,asesinado mientras decía misa en la Catedral.
En sus comienzos fue un obispo de corte tradicional, pero pronto, el asesinato de su íntimo amigo el sacerdote Rutilio Grande, animador de las comunidades de base y defensor de los derechos humanos, le fue haciendo evolucionar hacia posturas más comprometidas en la defensa de los derechos humanos y contra la represión de las fuerzas armadas contra el pueblo.
El día antes de morir, se dirigió a los soldados de las fuerzas armadas para decirles estas palabras:
"Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión.
-Óscar Romero
Al día siguiente lo mataron de un certero disparo dentro de la catedral mientras celebraba la eucaristía.
Monseñor Óscar Romero, es hoy un símbolo para toda la Iglesia católica latinoamericana. Pedro Casaldáliga lo bautizó con el nombre de "San Romero de América". No sería nada descabellado pensar que el nuevo Papa Francisco pudiera nombrarlo santo, aunque ya lo es para la inmensa mayoría de los latinoamericanos y también para muchísimos otros cristianos de otras partes del Mundo.
Hoy, Domingo de Ramos, Óscar Romero nos muestra cómo vivir la pasión, la muerte y la Resurrección con el ejemplo de su propia vida en un compromiso total con su pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario