miércoles, 17 de abril de 2019

MIS REFLEXIONES DE JUEVES SANTO 2019. Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares


El Jueves Santo celebramos los creyentes el día del Amor fraterno, la entrega total a los hermanos.

Las lecturas de este día lo dejan claro. Jesús hace suyas las palabras del profeta Isaías:

"El Espíritu del Señor está sobre mí,

porque él me ha ungido.
Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista.
Para dar libertad a los oprimidos,
para anunciar el año de gracias del Señor"  (Luc, 4-16-21)

Los pobres, los oprimidos...son el centro, los preferidos de Jesús de Nazaret.

Y en el evangelio de Juan, cuenta la última Cena con sus discípulos, donde hay dos momentos muy importantes: el lavatorio de pies a sus discípulos y la Eucaristía, la última cena.


Lava los pies a sus discípulos ante el rechazo inicial de Pedro, pero que luego acepta.
Les dirá, después de lavarle los pies a todos ellos:

¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? 

Si yo, el maestro, el Señor, os he lavado los pies, también debéis de lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros también  vosotros lo hagáis"

Y Pablo en su carta a los Corintios dejará el encargo que recibió de Jesús: que cada vez que comemos el pan y bebemos el vino  proclamamos la muerte del Señor.  (1ª Cor. 11,23-26). La Eucaristía algo fundamental para la vivencia de la fe cristiana.




Los seguidores de Jesús debemos intentar ser como Él: debemos pensar y actuar en todas las causas justas donde esté en juego la libertad de las personas. 

Comprometernos con la justicia, con la liberación de las personas y de los pueblos, ayudar a  aliviar el sufrimiento de la gente en tantas cosas que hoy les hace sufrir y malvivir: la falta de trabajo, de vivienda, la falta de alimentos, la soledad de tantas y tantas personas, sobre todo ancianos, el drama de  los inmigrantes, los sin techo, personas necesitadas de atención social...etc...

Hacer lo que podamos, pero ser muy sensibles al sufrimiento de estas personas...

También, a nivel  de países enteros destruidos por el hambre, la miseria, las guerras, las dictaduras que machacan al pueblo en beneficio de unos pocos..Pienso en países africanos como Sudán y otros...en países machacados por las guerras como Irak, Afganistán, Siria, Libia, Yemen, Palestina..

O países donde la gente emigra masivamente buscando una vida mejor: Honduras, El Salvador, Haití...y numerosos países africanos. Debemos sentirnos ciudadanos del Mundo y sensibles por el sufrimiento de nuestros hermanos allá donde vivan...Estos serían los sentimientos de Jesús hoy.

Occidente es muy cruel con estos países pobres que huyen buscando un mundo mejor pero  a los que solo sabe responder retirando barcos que salvan a los que intentan emigrar, poniendo muros y vallas asesinas para que no nos molesten y nos dejen tranquilos...¿Puede votar un seguidor de Jesús a partidos que son xenófobos y rechazan a los inmigrantes?

Otra enseñanza del Jueves Santo es la importancia de la Eucaristía para quienes nos consideramos creyentes. En ella se hace presente a Jesús en la comunidad. También había dicho Jesús: "Donde haya dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos". De ahí la importancia también de las comunidades de base...para intentar vivir, unidos, el mensaje de Jesús.

Celebramos la Muerte y la Resurrección de Jesús. Jesús amó hasta el extremo. Hasta entregar su propia vida por ser consecuente. Siempre rodeado de pobres, enfermos, impedidos, amigo de prostitutas, a las que nunca condenó, aliviando el sufrimiento y el dolor de la gente, denunciando al poder religioso y político  y enfrentándose a él, por la verdad y la defensa de los empobrecidos...

Celebrar la Eucaristía es hacer de nuevo presente a Jesús en medio de nosotros, intentando seguir el camino que Él nos enseñó de compromiso con los más débiles: Poner la causa de los pobres en el centro de nuestra vida...

Este es para mí el mensaje del Jueves Santo...

¿Las misas de los domingos en la gran mayoría de las iglesias nos ayudan para este compromiso con los más pobres?

¿Practicamos el amor fraterno  y el apoyo mutuo entre hermanos?

¿Las causas de los pobres son las nuestras? ¿Nos sentimos ciudadanos del mundo, sensibles al sufrimiento de todos los pueblos?

1 comentario:

Maria Perán dijo...

Me parece una maravillosa reflexión. Tenemos que erradicar de una vez la hipocresia, qu ese "desgraciado", "mugriento", "hambriento" es TU HERMANO No vuelvas la vista, no des un rodeo, abrazalo, llevalo a tu casa, indicale elbaño y dale ropa decente para que se dignifique y sientalo a tu mesa o dispón una para él, si no es tu hora, sientaté, sirvelo, hablale, hazle entender que quieres ayudarlo, que sienta calor de hogar, sin curiosidad, para contar, luego, lo que ha dicho y lo que has hecho, con interés para ayudarlo en sus necesidades y si pierdes la misa, reza, que él te vea y dale gracias a Dios porque te ha permitido ayudar a TU HERMANO.Maria Perán Mármol