El salón de actos de los sindicatos estaba lleno: unas 150 personas que seguimos atentos durante todo el tiempo la exposición interesante y amena que Juan Torres expuso, para contarnos el contexto de la crisis, por qué se da y lo que tenemos que hacer para enfrentarnos abiertamente a este estado de cosas.
Nos lo dijo con toda claridad: la culpa es del propio sistema capitalista que impone sus leyes y lo quieren todo. Nos contó cómo se fraguó la crisis bancaria a finales del 2007 en EEUU para luego extenderse por todo el mundo, sobre todo en los países europeos.
El capitalismo es insaciable, lo quiere todo, no se conforma con nada e impone sus leyes por encima de gobiernos y jefes de estado. Han desvirtuado totalmente el sentido de democracia porque los gobiernos hacen lo contrario de lo que decían en sus programas. Lo estamos viendo claramente en lo que está pasando ahora con el gobierno del PP que está haciendo estragos entre los que menos tienen, como los pensionistas, y lo vimos también antes, con el final de etapa del gobierno socialista. Unos y otros han tenido que actuar en contra de lo que nos decían antes de votarlos.
Los bancos se dedican ahora a las actividades financieras y especulativas más que a financiar la economía productiva. No fluye el crédito porque el dinero prefieren emplearlo en otras actividades que les deje más beneficios.
Ante las actitudes ante la crisis, dio mucha importancia a la necesidad de la información ciudadana. Que todos los que lo tenemos claro, nos dediquemos a informar a las personas con las que nos rodeamos. Es necesario unirnos para luchar en lo fundamental: apostar por la gente que está perjudicada por el sistema, que son muchos, sin distingos ideológicos...Hay que agrupar todas las fuerzas progresistas.
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Foto inferior: Juan Cejudo
2 comentarios:
Estimados Juan Torres y Juan Cejudos, ambos os olvidáis ahora, quizás por vuestro exagerado aprecio que le brindastéis a Rodríguez Zapatero, que el gobierno argentino antes de golpear a España comportándose como ladronazos, descubrió que su "fechoría" quedaría impune porque la España dejada por Zapatero había conseguido desacreditarse mundialmente y quedarse sola, sin amigos, aliados ni simpatías en todo el planeta. Los argentinos, que son naturalmente tan ruidosos como cobardes, nunca se habrían atrevido con otro país que pudiera plantarles cara. Sabían que España, después de Zapatero, era una piltrafa abandonada e impotente.
Si en España hubiera verguenza Zapatero y sus colaboradores -Rubalcaba incluido- deberían estar debajo de una piedra y pidiendo perdón por lo que han hecho con España: desprestigiarla, arruinarla, despojarla y dejarla sola en el mundo.
Recordemos aquel cobarde abandono del escenario de Irak por nuestras tropas, sin previo aviso a los aliados, que nos despidieron haciéndonos el gesto de la gallina, merecidamente. Recordemos también aquellas arrogantes declaraciones de Zapatero, cuando afirmó sin pudor que habíamos sobrepasado a Italia y que pronto haríamos lo mismo con Francia y Alemania. ¿No nos acordamos del aislamiento de Zapatero en los grandes foros internacionales, de su apuesta incomprensible por ser amigo de piratas y sátrapas tan indeseables y totalitarios como los hermanos Castro, de Cuba, o el gorila rojo de Venezuela? Mejor no pensar en el ridículo mundial de aquel Zapatero que se humillaba como una babosa para obtener un saludo del presidente Bush, cargado de desprecio.
Quien siembra tormentas, recoge tempestades y el expolio de la "bolivariana" Cristinita, viuda negra de Argentina, no es otra cosa que el resultado de aquellos errores y del torpe y arrogante comportamiento de Zapatero, que no sólo consiguió arruinar a España llenándola de parados y nuevos pobres, sino que también nos dejó aislados, desprestigiados y sin amigos en el mundo.
La política exterior española durante el "Zapaterismo" fue una verdadera vergüenza. Casi el 90 por ciento de nuestra política externa se centraba en repartir dinero a manos llenas en países llamados "sensibles", donde España tenía intereses o conflictos larvados, como Marruecos, Argelia, Argentina, Cuba, Venezuela, Bolivia y otros, todos ellos con el denominador común del totalitarismo y el abuso de poder en sus clases dirigentes. Una buena parte de la ayuda canalizada por nuestra "Cooperación Internacional" ni siquiera llegaba a los pueblos y se quedaba en los bolsillos de las familias poderosas, los altos funcionarios de los estados receptores y de empresas y ONGs de amigos socialistas.
De aquellos lodos, llegaron estos barros. Todo un desastre debido al expresidente Zapatero, condecorado por Rajoy y premiado, como si fuera un procer en lugar de un pobre diablo fracasado y dañino, con una oficina de lujo, un puesto en el Consejo de Estado y una lujosa pensión de por vida, todo ello pagado con los impuestos cuantiosos que los españoles, sus víctimas, tienen que pagar para sacar a España de la ruina en que la sumió el infausto, despilfarrador y lamentable ZP.
Eratóstenes: sólo decirte que no comparto el análisis que haces. Ya sé que ese es el discurso de la derecha, pero no lo comparto.
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