Poco antes de las 6 de la tarde, hora fijada para la manifestación, un grupo numeroso de personas nos fuimos congregando en la plaza de la Catedral. Poco a poco el número fue aumentando hasta llegar a ser unas 600 personas.
Convocaba la Plataforma de mujeres gaditanas formada por unas 20 organizaciones de mujeres de la ciudad.
La mayoría de los asistentes eran mujeres, pero también habíamos bastantes hombres. Fuimos recorriendo el itinerario previsto por las calles de Cádiz hasta llegar a la plaza de San Antonio.
Durante el recorrido, eran frecuentes los gritos contra la reforma laboral y la discriminación contra la mujeres. Había alusiones claras en las pancartas a la necesidad de la participación activa de la mujer para conseguir el cambio profundo, la revolución que necesita nuestra sociedad.
Al llegar a San Antonio se escenificó un número con 12 mujeres, de la época de la Constitución de Cádiz; mujeres luchadoras, mujeres activas en sus distintas profesiones, pero que la historia casi ha silenciado: cigarreras de Cádiz, tertulias protagonizadas por mujeres, periodistas que tuvieron que ocultar su identidad bajo el nombre masculino de Fernan Caballero, fueron actuando, como en un pequeño teatro.
Me pareció que, aunque un poco largo, era un merecido homenaje a ese grupo de mujeres de aquella época que protagonizaron importantes gestas en la ciudad de Cádiz. También me pareció interesante que todo el protagonismo lo tuvieran las mujeres, como era lógico.
El acto terminó con la lectua de un manifiesto elaborado por las mujeres y que fueron leyendo varias de ellas.
En definitiva, una iniciativa muy positiva y que denota que el movimiento asociativo de las mujeres está vivo en nuestra ciudad.
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