Me han gustado las declaraciones del obispo de Ciudad Real hablando de la Reforma Laboral. Ha tenido la valentía de hablar claro y sin tapujos para criticarla. Dice entre otras cosas:
" una Ley que rebaja claramente los derechos de los trabajadores respecto a
situaciones anteriores, y lo peor es que llevamos muchos años ya de
nuestra democracia donde siempre los perdedores en el concierto social,
repito, siempre, son los mismos y siempre los más débiles"
"... lo que se quiere hacer es establecer un “mercado de trabajo” en el que
los empleadores hagan y deshagan a su antojo, olvidando que el
“empleado” posible es, ante todo y sobre todo, “persona”..."
"...no es una mera fuerza de trabajo que se admite o despide unilateralmente y durante un largo periodo de tiempo"
"...¿De verdad no hay otras soluciones para crear puestos de trabajo? Parece
mentira que a día de hoy tengamos que echar mano de usos del pasado que
trajeron tanta injusticia y explotación a los trabajadores".
Digo que es un obispo que habla claro y valiente porque, tal como están las cosas en España con nuestros obispos, parece que ninguno está por salirse de la tónica general que marca Rouco de no decir nada que moleste al poder político que hoy gobierna. Ese cardenal Rouco, que en su semanario Alfa y Omega, ha permitido que se nos insulte a los ciudadanos andaluces por haber votado la mayoría, opciones de izquierda.
De hecho ya sabemos cómo prohibió dar lectura al documento de la HOAC y de la JOC contra la reforma laboral. También en Bilbao pasó lo mismo, porque las influencias desde Madrid llegan a todos los rincones.
Esta postura del obispo de Ciudad Real creo que debiera ser lo más normal del mundo porque es ésta la que está de acuerdo con lo que debe ser la postura de un pastor de estar siempre del lado de los que sufren, de los débiles, de los que menos tienen... y no del lado de los poderosos.
Pero por lo visto, lo que debiera ser normal es la excepción.
1 comentario:
Soy ateo pero me une a los creyentes como ustedes la Etica. Sobre el Sr. Obispo de Ciudad Real solo decir:
!!OLE SUS BEMOLES MONSEÑOR!!
Muchas gracias por ser valiente y claro. Me devuelve usted la confianza en esa Iglesia que conocí hace tiempo y que estaba al lado del pobre, del necesitado, del débil...En definitiva al lado de los que sufren pues de ellos será, (si existe, con perdón) el reino de los cielos
Salud y saludos a todas las personas de buena fe
Publicar un comentario