Ellos decidieron casarse no por la Iglesia, sino por lo civil, en el Ayuntamiento. Y decidieron que les casara Sebastián Terrada, concejal de Izquierda Unida.
La verdad que Sebastián supo darle al acto un aire muy, muy participativo y también emotivo. Nos saludó a todos diciendo que estábamos, no en la casa de Dios, sino en la casa de todos.
Lo habían preparado juntos unos cuantos días antes. El acto tuvo un aire de cierta solemnidad: Sebastián estaba ese día facultado, según la Constitución, para poder casar a la pareja, incluso con su bastón de mando de alcalde.
Hizo una presentación explicando cómo se iba a desarrollar el acto .
Las primeras palabras fueron de la Secretaria para dar lectura a los derechos y obligaciones de los esposos según el Código Civil.
Un dibujante en una tarima, mientras se celebraba el acto, estaba haciendo una caricatura simpática de los contrayentes.
Luego hubo un espacio para algunas intervenciones. Sus amigos Moisés y Patri, fueron leyendo ( a veces con la voz entrecortada por la emoción que el público aplaudía) unas cuartillas al alimón: una vez él, otra vez ella, así hasta terminar. Moisés es amigo íntimo de Faly desde que eran muy niños y siguen esa bonita amistad hasta el día de hoy, ya con sus parejas.
Después, la madre de Faly, la madrina, subió a decir unas palabras, también muy emocionada, que arrancó los aplausos del público ( cerca de 150 personas) que llenaba el salón de Pleno del Ayuntamiento.
Una sobrina mía de 16 años que salió este año en una comparsa juvenil y con la que obtuvo el 1º premio en su categoría, cantó una canción de Carnaval alusiva a una boda. Era del final del poupourrit de la chirigota “Los valientes” del Sherif. Y la verdad que lo hizo a las mil maravillas.
También el novio llevaba preparado unas cuartillas para leer que le costó lo suyo por lo emocionado que estaba y que, con los aplausos de todos, pudimos conseguir que pudiera terminar de leer. La verdad que sus palabras me llegaron hasta lo más hondo porque se podía comprobar un amor muy de verdad por Mª Ángeles.
Después de esto Sebastián retomó la parte más formal de la ceremonia para preguntar a los novios si se querían y los declaró marido y mujer utilizando no tanto la fórmula establecida, sino preguntando directamente a cada uno de ellos si aceptaba al otro como marido y como esposa.
Firmamos los novios y los padrinos y siguió una breve sesión de fotos familiares con la foto del Rey al fondo que es la que preside el salón de plenos.
Pero al salir, acompañados por Sebastián, nos fuimos a hacernos unas fotos delante del cuadro de Fermín Salvochea, anarquista, insigne alcalde de Cádiz defensor de los trabajadores y de los pobres cuya figura sigue siendo todo un mito en la ciudad a pesar de haber transcurrido ya más de 100 años de su muerte.
Mientras el nuevo matrimonio y su hija, iban a hacerse fotos ( nada clásicas, sino bastante originales), los demás nos fuimos haciendo algunas fotos y marchando para el lugar del convite: el Baluarte de los mártires, cerca de la Caleta, un lugar privilegiado.
Allí, mientras llegaban los novios seguimos haciendo fotos con la familia y amigos.
Debo resaltar que, además de las dos familias, estuvo mi Comunidad casi al completo y también la pandilla de amigos de Faly y Mª Ángeles que en todo momento estuvieron muy activos y simpáticos.
Llegaron los novios y fueron recibidos por el servicio con unas copas de champán en la entrada. Unos entremeses riquísimos, y un servicio magnífico nos hizo disfrutar relajadamente, en la terraza amplia con vistas al mar de los momentos previos a la comida.
La comida magnífica, perfectamente servida, incluso la tarta, exquisita.
Mientras se terminaba de comer, los novios hicieron entrega a sus dos hermanos presentes (uno de la novia y otro del novio) y a una prima de la novia, que es como una hermana, de unos álbumes de fotos con recuerdos vividos desde la infancia hasta ahora que resultó muy emocionante y provocó más de una lagrimita.
Sobre las 5,30 de la tarde que terminamos, bajamos a una zona de baile donde una orquesta nos animó la velada. ¡Pero bien que la animó! Abrieron el baile los novios con una canción con mucho significado para ellos, pero de modo muy especial para los padres de la novia, puesto que esa canción la cantaron ellos no pocas veces cuando se casaron: “Que no somos iguales dice la gente”.
Después, todo el mundo bailando y participando, hasta el padrino que no sabe bailar tuvo que hacerlo con la novia y con la madrina. También la novia sacó a bailar a su hermano y hasta a la pequeña Daniela la sacaron sus padres a bailar con ellos.
Pero bueno todo no era el baile de la orquesta. Había más sorpresas. La novia, sin que el novio se diera cuenta, se quitó de en medio y se cambió el traje de novia por un traje de gitana que una amiga le había hecho. Le dedicó a su pareja un baile por alegrías de Cádiz de Encarnita Anillo titulado: “ Barcas de plata”. Y lo bailó con un mantón de Manila que Faly le había regalado al comienzo de su relación hacía unos 5 años, ya que a ella siempre le había hecho mucho ilusión tener un mantón de Manila.
A Faly lo habían sentado en primera fila del círculo y los goterones de lágrimas le caían uno detrás del otro de la emoción. Ella estuvo colosal en su baile.
Pero había más sorpresas: otra amiga le regaló a Daniela un trajecito de flamenca con sus tacones, su flor y su peineta que estaba para rabiar.
Su compañera de trabajo, profesora de su Academia de Ingles donde Mª Ángeles trabaja, le hizo entrega de un recuerdo de los niños de su clase con felicitaciones, escrito en inglés con los nombres de todos ellos.
El de la orquesta tuvo la osadía de hacer que cantaran los novios improvisadamente: ella una canción de Karina “Las flechas del amor” y él “Mi casita de papel”. Hay que reconocer que, aunque estuvo improvisado, las orejas no estaban muy finas para la entonación. Pero tuvieron la valentía de afrontar el reto de cantar allí para todos.
No se acabó aquí la cosa. “Pepito el caja”, famoso humorista que sale mucho en T.V, en Canal Sur, amigo también de los novios igual que su pareja ( que fue la profesora del baile de Mª Ángeles), tuvo el arte de regalarle una actuación de las suyas con toda la gracia del mundo, acompañado a la guitarra del profesional que siempre le acompaña en sus actuaciones. Fue un gran regalo de bodas para ellos y para todos porque nos reímos muchísimo.
Mª Ángeles también le hizo un regalito a su profesora de baile: un ramo de flores y un “tacón de oro” ya que le había dado varias clases de baile de forma gratuita.
Seguía la orquesta animando y haciéndonos bailar a todos. Parecía que ya se terminaba la fiesta porque eran más de las 9 de la noche y el local tenía que cerrar.
Pero aún nos quedaba una última sorpresa que ellos no esperaban: su prima, la que cantó por la mañana en el Ayuntamiento, estaba allí con toda su comparsa ( unas 15 personas más o menos) ,disfrazados del tipo ganador del Concurso de Falla : “Los del lejano Oriente”. Tuvo unas palabras para los novios y nos brindaron a todos parte de su repertorio: dos pasodobles, dos cuplés y el poupourrit.
No hay que decir que fue un verdadero impacto y que todos quedamos encantados del arte de este grupo juvenil, con esas voces tan afinadas y tan bonitas…
Bueno: y me diréis.. ¿y Daniela? Esa chiquitita que estuvo allí todo el día, sin dormir, estaría llorando del jaleo, pataleando, incordiando…
Pues nada de eso. La niña parece que se lo habían pagado. Se comportó de maravilla, hacía con todo el mundo, sin llorar, adaptándose perfectamente a la situación y sonriendo a todo el Mundo. No sé si el centro de atención eran los novios o era Daniela que cautivaba a todo el Mundo con su sonrisa y lo linda que iba vestida.
Una boda magnífica en la que destaco la participación de todos los invitados, lo mismo en la ceremonia de la mañana que en la parte festiva de la tarde, la emotividad de tantas cosas, la alegría, el buen rollo entre todo el mundo, el espacio tan amplio y con esas vistas tan magníficas junto al mar, el aire que le dio Sebastián al acto oficial, el ambiente juvenil y alegre de su pandilla amplia de amigos, la creatividad y las sorpresas que se dieron a varias personas y a todos los presentes, la comida magnífica y un servicio muy profesional y cuidado, dando la impresión de estar todo perfectamente organizado.
Y para colmo, una de sus amigas que cámara en ristre no paraba de tomar fotos y videos de todo lo que pasaba. También el padre del novio estuvo grabando los momentos más importantes.
Y por encima de todo: esa alegría inmensa de los novios y de todos los presentes por la importancia del acto en sí del que hemos salidos todos muy, muy satisfechos.
Cádiz 27 de Marzo de 2.009
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Nota: las fotos de este reportaje son todas de la amiga de los novios Anita Pérez, excepto dos que son mías