Hace días que quería escribir algo sobre el anunciado cierre de Airbus y la magnífica respuesta de los trabajadores de la fábrica de Puerto Real, que llevan acampados allí un mes en defensa de sus puestos de trabajo. Magnífica también la huelga que al 100% han llevado recientemente a cabo los trabajadores, pese a estar desconvocada por los sindicatos mayoritarios, de acuerdo con la Empresa y el Gobierno.
Pero me llega hoy este Comunicado de la Plataforma Andalucía Viva y mejor que ellos lo expresan, no podría yo hacerlo. Lo dejo aquí para conocimiento de todos.
No hay que decir lo que supondría este nuevo cierre de una empresa señera en nuestra Bahía, después de los muchos cierres que llevamos ya y que supondría dar la puntilla definitiva a la industria de nuestra Bahía
Un cordial saludo: Juan
------------------
COMUNICADO DE LA PLATAFORMA ANDALUCÍA VIVA
La multinacional Airbus ha decidido el cierre de su establecimiento de Puerto
Real; un cierre con el que quedarán sin empleo casi 400 personas que trabajan en la
factoría más otras 1.500 que lo hacen en las empresas auxiliares de la zona. Puerto Real,
como toda la Bahía de Cádiz, sufre, por enésima vez, las consecuencias de lo que
eufemísticamente se viene llamando reconversión industrial para esconder procesos de
deslocalización industrial y de adaptación a las necesidades de acumulación del capital
global que se saldaron siempre con una sangría en el empleo y un deterioro permanente
del tejido social y económico de la zona.
En los 80, los centros de poder económico
tuvieron en el PSOE el mejor instrumento para llevar a cabo los “ajustes” necesarios a la
vez que la lobotomía para poder transformar el antagonismo en consenso. Desde
entonces, las dos grandes centrales sindicales, convertidas en parte del aparato del Estado,
han venido garantizando junto al Gobierno un ceremonial que les permite en estos
conflictos, bajo la retórica de una supuesta defensa de los intereses de la zona, dejar a
salvo las pretensiones e intereses de las grandes corporaciones empresariales implicadas.
En la situación actual, el Ministerio de Industria y los sindicatos CCOO y UGT se
han apresurado a alinearse con Airbus para enterrar la planta de Puerto Real, presentando
una propuesta desde Madrid, a espaldas de los trabajadores y trabajadoras afectados, que
parte de aceptar que la producción de Puerto Real se traslade a otras fábricas prometiendo
la creación por parte del Gobierno, en Puerto Real, con dinero público, de un Centro
Aeronático supeditado a las ayudas europeas en el que se priorizará la I+D+I. Airbus ha
mostrado muy pronto su satisfacción y conformidad con la propuesta y se ha ofrecido a
negociar en esta dirección consiguiendo que se suspendan las movilizaciones por parte
de CCOO y UGT en aras de la negociación.
Mientras se fraguaba esta propuesta, el propio
Ministerio de Industria abogaba, en un alarde de cinismo, “por la consolidación de los
centros de Airbus en Cádiz -refieriéndose a Puerto Real y El Puerto-, en un polo industrial
de primer orden internacional”. La Junta de Andalucía, convidado de piedra en este
conflicto de primer orden para el futuro de una parte muy importante del tejido industrial
andaluz, ha dejado clara su postura con unas declaraciones del Consejero de
Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades en las que
terminaba diciendo: “al final es una empresa privada, Airbus, la gestora de todas las
instalaciones y está en su tejado la decisión de qué va a hacer”.
Una empresa que al tiempo
que anunciaba el cierre del centro de Puerto Real inauguraba nuevas instalaciones en
Getafe.
Este cierre viene a sumarse a la destrucción de tejido industrial que viene sufriendo
ya secularmente la economía andaluza al tiempo que se acentúa su papel de economía
marginada y subalterna, colonizada desde intereses ajenos y lejanos a Andalucía. Un
papel que viene siendo permanentemente reforzado desde el Estado, incluyendo en su
órbita a partidos políticos y sindicatos “mayoritarios”, y desde un “Gobierno andaluz”
que utiliza su escasa capacidad de decisión para llevar a Andalucía en dirección contraria
a la autonomía y a los anhelos expresados por el pueblo andaluz hace más de cuarenta
años.
Andalucía Viva quiere expresar su solidaridad con los trabajadores y trabajadoras
afectados por el cierre de la fábrica de Puerto Real y mostrar su rechazo a un sistema
político dedicado a engordar los intereses de élites que acrecientan su riqueza y su poder
a costa del empobrecimiento de la mayoría, intensificando permanentemente el conflicto
entre el capital y la vida. Un conflicto en el que Andalucía, con una economía vinculada
crecientemente a la explotación de su patrimonio natural -hoy a través del turismo de
masas, la agricultura intensiva o la extracción de minerales-, funcionando cada vez más
como un área de extracción y de vertidos, se ve especialmente perjudicada.
Desde esta
posición sólo cabe esperar una profundización de los rasgos estructurales que vienen
caracterizando a Andalucía: su dependencia económica, su subalternidad política y su
servidumbre cultural.
Como el caso de Airbus pone de manifiesto una vez más, desde Andalucía Viva
queremos subrayar la necesidad perentoria de, en lo económico, a la vez que se tratan de
mantener los empleos existentes, ir abriendo nuevos espacios organizados colectivamente
desde lógicas diferentes a la lógica del lucro y la acumulación.
La urgencia de crear las
condiciones para transitar hacia una economía en la que los recursos andaluces se orienten
a la satisfacción de las necesidades de la población a través de formas cooperativas,
comunitarias y autoorganizadas de trabajo que hagan retroceder al trabajo asalariado,
dependiente y servil, cada vez más escaso, precarizado y fuera de nuestro control. Una
transición hacia una economía para el cuidado de la vida que sólo cabe construir desde
abajo, fortaleciendo los movimientos sociales, el tejido social y la capacidad de
organizarnos como pueblo para hacer posible coger las riendas de los procesos de toma
de decisiones, hoy cada vez más lejos nuestra tierra.
Andalucía, 24 de mayo de 2021.
PLATAFORMA ANDALUCÍA VIVA