Un año más, la memoria viva del gran gaditano, Fermín Salvochea, nos convocó para commemorar esta vez el 106 aniversario de su muerte.
El acto tuvo lugar en el Centro Social autogestionado La Higuera en la calle Manuel Rancés. La verdad, que resultó pequeño para el número de personas que asistimos. Dentro de la pequeña sala, cabíamos unas 40 personas, pero muchos más estaban fuera en el patio, sin poder entrar, viendo el acto . En total, unas 50-60 personas asistimos.
El acto lo presentó Juan Alarcón, una de las personas que más saben de la vida de Salvochea, que es el que lleva el blog "FERMÍN SALVOCHEA" http://www.ferminsalvochea56.blogspot.com.es/.
El acto empezó con la proyección de la película "Fermín Salvochea: visto para sentencia". Una película realizada con pocos medios técnicos, pero muy buena, que refleja los rasgos del insigne gaditano en distintos momentos de su vida. Un film donde intervienen como actores, conocidos gaditanos: José Manuel Silva, Juan José Téllez, José Chamizo y otros.
Película que habla de determinados momentos de la vida de Salvochea como político, miembro del ala radical del partido republicano, alcalde de Cádiz, elegido por 31 votos de los 32 que votaron y aclamado por todos los presentes y también como presidente del Cantón de Cádiz, una vez decepcionado Salvochea de la política ("No se puede esperar nada de la política") y de la traición que la República hizo con el pueblo, según su entender.
Narra diversos episodios, entre otros, los avatares de Salvochea por las sierras de Cádiz y Málaga contra las fuerzas del ejército que les hizo tener que refugiarse en Gibraltar a los que pudieron huir.
Después el historiador José Luís Gutiérrez Molina, moderó las intervenciones de los presentes en una asamblea participativa en la que todo el que quiso habló.
Yo intervine para decir que el acto homenaje a Salvochea no debía ser sólo el recuerdo del más insigne gaditano que haya tenido esta ciudad (nombrado hijo predilecto de Cádiz hace unos años), sino que debía de ser el referente para las luchas diarias que los muchos colectivos sociales llevamos entre manos: Asambleas del 15M, de los parados, del colectivo de metal, exdelphi etc...
Que había que tomar el espíritu de Salvochea para las movilizaciones de ahora con los valores que él vivió: honradez, compromiso con los más desfavorecidos, coherencia, radicalidad, respeto a todos, movilización de masas y contundencia en la lucha. Salvochea era un hombre muy sensibilizado por la injusticia y era un hombre de idea y de acción coherente con ella. Que debía ser nuestro referente.
Más ahora, con la que se nos está viniendo encima con este capitalismo salvaje que lo está destruyendo todo.
También intervine para denunciar lo que ya he denunciado hace tiempo en este mismo blog y también en la prensa: una gran crítica al ayuntamiento de Cádiz. Aunque lo haya nombrado hijo predilecto y le haya puesto su nombre y su retrato en los salones del consistorio, no se puede consentir que no le haya hecho ni un monumento, ni siquiera un pequeño busto. Más, que el pequeño relieve que se le puso por parte del gobierno socialista en la casa donde murió, en la Plaza de Argüelles.
Aquí se hacen monumentos a todo el mundo: a una bailaora, a un comparsista, a los santos, a los obispos, a las vírgenes, a los beatos...pero no al gaditano más honesto y luchador que ha tenido esta ciudad. Entregado a la causa de los más desfavorecidos, que hasta entregó su cama a un necesitado y murió a consecuencia de las heridas que le produjo la caída. Fue una persona que vivió la entrega a los más desfavorecidos en grado máximo y con una honestidad y coherencia personal increible, que le supuso la aceptación y el respeto de hasta sus adversarios políticos, aunque también vivir en el destierro y en diversos penales durante 14 años y 5 meses.
De ahí que cerca de 50.000 personas asistieran a su entierro, un día que la lluvia caía sobre la ciudad en forma de diluvio: "llueve más que cuando enterraron al bigotes" - reza aún un dicho gaditano, en referencia al día que enterraron a Salvochea.
El acto terminó con el concierto compartido del violista Nicolas Moysan que interpretó varias piezas que el público cantó, algunas de Federico García Lorca.
En definitiva, un acto homenaje muy justo a Fermín Salvochea