martes, 21 de febrero de 2012

UN BUEN GESTO, EL DEL OBISPO DE SOLSONA, XAVIER NOVELL. Juan Cejudo

El joven y muy conservador obispo de Solsona Xavier Novell de 43 años ha tenido un buen gesto digno de elogio que merece la pena resaltar: ha decidido bajarse su propio sueldo en un 25% (de 1200 euros a 900 euros), equiparando así su sueldo al de los demás sacerdotes de su diócesis. El importe que deja de percibir, lo va a destinar a obras sociales para los más necesitados.

Un día antes, Monseñor Martínez Camino, a preguntas de un periodista que le interrogaba si los obispos, ante la situación de crisis generalizada, iban a decidir pagar el IBI, o renunciar al 20% de sus ingresos, como hacen partidos y sindicatos, o tener otros gestos donde se vea que los obispos arriman el hombro para ayudar a paliar los efectos de la crisis, había dicho que ya la Iglesia hacía demasiado. Y hablaba del papel que juega Caritas.

No duda nadie que el papel de Caritas es magnífico. Pero ahí están sobre todo lo seglares y la gente de a pie colaborando. Pero no vemos los gestos de los obispos que aporten de sus propios sueldos o vendan posesiones de la Iglesia para los más necesitados, como parecería lógico que lo hicieran en estos momentos de crisis tan duros...

Pues justo un día después, viene ese gesto loable del joven y conservador obispo de Solsona, reduciendo su sueldo en un 25% y equiparándose así al resto de sus sacerdotes.

Creo que gestos como éste son muy necesarios en la Iglesia. La gente está harta de palabras, palabras, palabras...Quiere hechos, realidades.

Porque "una cosa es predicar y otra dar trigo".

O como diría Jesús: "por sus frutos los conocereis". No por sus palabras.

En estos momentos de crisis tan duros, es necesario que la Iglesia española que dirigen nuestros obispos, dé pasos concretos para compartir con el país el duro trance que está pasando con esta crisis tan dura y prolongada, bien pagando el IBI, bien asumiendo de una vez su propia autofinanciacion, como está recogido en los actuales Acuerdos Iglesia-Estado, bien vendiendo algunas de sus muchísimas propiedades para los más necesitados, o poniéndolas al servicio de los que peor lo están pasando, para albergues, para comedores sociales etc...

Como dice el refrán "Obras son amores y no buenas razones". Es hora de predicar con el ejemplo como lo ha hecho el joven obispo de Solsona.



1 comentario:

Diego Escribano dijo...

Sin duda, una iniciativa loable