Lo cita Eduardo Hoornaert en su artículo titulado Las 'minorías abrahámicas' de Helder Camara, recientemente publicado en el portal latinoamericano Amerindia. Un Papa haciendo "locuras" para vivir con coherencia el Evangelio....
Saludos: Juan
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Dos veces consecutivas, en 1965 y 1974, Helder anotó, en sus Cartas Circulares, un poema irónico, escrito durante la última sesión del Concilio Vaticano II (1965):
Soñé que el Papa se volvía loco
Él mismo prendió el fuego
al vaticano
y la Basílica de San Pedro.
Santa locura,
porque Dios avivó el fuego
que los bomberos, en vano,
trató de extinguir.
El Papa, loco,
Caminé por las calles de Roma,
despidiendo a los embajadores
acreditado ante Él,
arrojando la tiara al Tíber,
extendiéndose a los pobres
todo el dinero
del Banco del Vaticano.
¡Qué vergüenza para los cristianos!
Para que un Papa
vivir el evangelio,
tenemos que imaginarlo
en plena locura!
(Cartas Circulares, Edición CEPE, II, II, p. 192 y IV, I, pp.128-129).
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