La noticia la da Carlos Iserte en El Plural.
Somos muchos quienes en la Iglesia venimos diciendo que se debería revisar la actual normativa que prohíbe a los divorciados vueltos a casar poder recibir la comunión. Actualmente pueden asistir a la misa, pero no comulgar. Nos parece una normativa absurda que debe ser revisada.
Pero, si ningún bautizado puede hacerlo, no se entiende cómo y porqué el actual arzobispo de Toledo le dio él mismo la comunión a la Sra. Cospedal, Presidenta electa de la Comunidad de Madrid por el PP, el día del Corpus.
¿Hay bautizados que son especiales porque son autoridades? Esta contradicción tan flagrante merece todo mi rechazo. Con razón los curas de la diócesis están que trinan y piden que también a ellos se les autorice hacer lo mismo con otros muchos divorciados vueltos a casar.
En el caso de la presidenta castellano-manchega la infracción eclesiástica es doble, porque no solo ella es divorciada, también su actual marido es separado de su primer matrimonio.
La Presidenta, según la Iglesia estaría objetivamente en situación de "pecado" porque se ha divorciado y se ha vuelto a casar y eso la Iglesia no lo permite y no puede por tanto acercarse a recibir la comunión.
Estas son las contradicciones de nuestros obispos.
¿Les extraña a Uds. que, según las últimas encuestas de Metroscopia sean los menos valorados de todas las instituciones españolas?
Ya es hora de que en la Iglesia se revisen muchas cosas. Una de ellas es esta: se debe permitir a los divorciados vueltos a casar que puedan participar plenamente de la Eucaristía.
Pero permitirlo sólo a la Sra. Cospedal es verdaderamente un escándalo.
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