Me ha llamado mucho la atención de este libro ( que me regaló hace unos meses un amigo de Granada), porque la trama de fondo de esta historia novelada trata sobre los curas obreros. El autor conoció bien de cerca a varios curas obreros de Granada en la década de los sesenta y a otro cura obrero exjesuita.
Aunque los nombres que aparecen son ficticios, la historia gira sobre la vida de estos curas en toda su dimensión humana, social y espiritual. Sus vivencias laborales, sus luchas, su compromiso social, eclesial, sus decepciones del "tinglado" eclesial, sus experiencias amorosas, sus dudas, sus búsquedas...
Aparece mucho en la novela un obispo que se ha retirado a vivir a la ciudad de Melilla, una ciudad muy especial, con su ambiente, su historia. La "Gota de leche" es la residencia donde vive el obispo Azpiolea. Estéban, cura obrero, decide ir a pasar allí una temporada para reflexionar sobre su vida.
Me ha encantado la muy buena construcción gramatical que emplea el autor. A mí, que desde siempre tanto me gustó la literatura y la poesía, me ha parecido muy buena la elaboración linguística que emplea, con palabras y frases muy bien hilvanadas. Se nota que el autor goza escribiendo y eso lo agradece el lector.
También atrae la trama, siempre interesante por las cuestiones que va planteando: de inquietudes, búsquedas, diálogos...
Le he leído con verdadero interés y he disfrutado con su lectura: por el fondo de lo que cuenta y por cómo lo cuenta, con un gran gusto literario.
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